El lenguaje es un sistema con unidades básicas como sonidos, signos (símbolos) y palabras, utilizado como medio de comunicación (Baykoç, 1986: 90). El lenguaje es un medio de comunicación y básicamente proporciona comunicación entre personas. Sin embargo, el lenguaje no es sólo un medio de comunicación, sino que se convierte en la transmisión misma y abre el universo al ser humano (Poyraz, 1995: 11). El lenguaje es un comportamiento que aleja al niño de su ego, le permite convertirse en una persona social, le permite controlarse y seguirse a sí mismo, puede enseñarle gradualmente sus pensamientos, sentimientos y comportamientos y le ayuda a sentirse seguro. Los estudios sobre el desarrollo del lenguaje constituyen los estudios más apasionantes e intensos entre la investigación contemporánea en psicología infantil. Porque el desarrollo de las habilidades lingüísticas del niño se produce a un ritmo increíble. Casi todos los niños de todas las culturas dicen sus primeras palabras entre los 12 y los 18 meses de media. A la edad de cuatro años, la mayoría de ellos pueden formar oraciones bien organizadas y, a veces, incluso pueden expresar sus pensamientos en oraciones sorprendentemente complejas. Los componentes básicos del lenguaje son las palabras. Pero cada palabra se compone de sonidos primitivos de la lengua llamados fonemas. Cada niño aprende primero a emitir estos sonidos. Por ejemplo, produce primero los sonidos “b” y “m”. El desarrollo de la capacidad del lenguaje sigue una secuencia ordenada. Las investigaciones sobre el desarrollo del lenguaje realizadas en niños han revelado que casi todos los niños alrededor del mundo utilizan básicamente las mismas reglas gramaticales cuando aprenden a hablar por primera vez (Yavuzer, 1998: 46). El lenguaje es una herramienta que utilizamos para expresar y aprender pensamientos, sentimientos, actitudes, creencias y juicios de valor, y para transmitir información y acumulación cultural sobre eventos vistos, percibidos y experimentados. Todo esto revela la importancia que tiene el lenguaje en el desarrollo cognitivo y social del niño. Así como la transferencia de la estructura social y la cultura se basa en gran medida en el lenguaje, el desarrollo del lenguaje y el desarrollo cognitivo progresan en la interacción mutua en áreas como la formación de conceptos, el pensamiento, el establecimiento de relaciones y la resolución de problemas. El lenguaje es un factor muy importante en el aprendizaje de un niño. Por esta razón, se debe dar importancia al desarrollo del lenguaje del niño en los años preescolares y se debe fomentar el desarrollo del lenguaje. Es necesario crear entornos y condiciones de apoyo. Teniendo en cuenta que el periodo comprendido entre los 2 y los 6 años es el periodo en el que el desarrollo del lenguaje es más intenso, la importancia de los programas de desarrollo infantil preescolar se hace más evidente (Fişek y Yıldırım, 1983: 44). El desarrollo del lenguaje está íntimamente relacionado con un cierto grado de maduración, así como con el aprendizaje.
Para que el lenguaje entre en acción, es decir, se exprese de forma verbal o escrita, existe una necesidad de cooperación armoniosa y suficiente entre muchos órganos del cuerpo. El desarrollo del lenguaje se manifiesta cuando la persona se vuelve capaz de hacer las siguientes cinco cosas.
Estas son:
a) Ser lo suficientemente fuerte como para producir los sonidos de palabras significativas,
b) Cosas, situaciones y sus ser capaz de hacer asociaciones entre los significados expresados,
c) Conocer el significado de las palabras formadas y utilizarlas adecuadamente,
d) Conocer y utilizar los sufijos añadidos a las palabras,
e) Alcanzar las expresiones deseadas siendo capaz de formar oraciones adecuadas.
El habla es aprendida por los niños después del nacimiento, a lo largo del tiempo y como resultado de la interacción con el entorno, a través de métodos como el ensayo-error y la imitación (Yavuz, 1991: 68-69). También existen paralelismos entre el desarrollo del lenguaje y el desarrollo motor. La edad en la que las primeras palabras de un niño salen de su boca coincide con la edad en la que puede sentarse sin ayuda. El desarrollo temprano del niño en la formación de oraciones también depende de elementos emocionales como el amor y la compasión que recibe de sus mayores (Arthur, 1979: 480). Al hablar, la preparación mental viene después de la preparación motora. La disposición a hablar se observa principalmente en niños de entre 12 y 18 meses de edad. Este período se denomina "fase de enseñanza" (Yavuzer, 1998: 99). El desarrollo del lenguaje es, en cierto modo, desarrollo de la mente. Porque el lenguaje no puede desarrollarse hasta que las capacidades mentales como la percepción, la memoria y la imaginación se desarrollen y funcionen correctamente. Por esta razón, los años en que se desarrolla la inteligencia son también los años en que se desarrolla el lenguaje (Binbaşıoğlu, 1995: 134). Los primeros años son de gran importancia en el desarrollo del lenguaje. Los errores de lenguaje cometidos a esta edad no se pueden corregir fácilmente en edades posteriores. Los órganos del habla del bebé están maduros, las influencias del entorno son "óptimas" y las habilidades básicas de comunicación están bien desarrolladas. La edad a la que nació es el 3er año. La mitad de las estructuras de oraciones utilizadas por muchos niños en edad de jardín de infantes cumplen con los estándares de los adultos. (Binbaşıoğlu, 1995: 129).
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