Septoplastia en niños

La septoplastia es una cirugía que rara vez se realiza en niños, a diferencia de los adultos. Una razón importante de esto es por qué los cirujanos quieren evitar operar en una estructura en desarrollo.

El cirujano que realizará la septoplastia en niños debe tener conocimiento del desarrollo anatómico de las estructuras nasales. A la edad de dos años, el cartílago anterior se aproxima al tamaño adulto y forma la mayor parte del tabique. El hueso que continúa desarrollándose después de esto es el tabique. Durante la pubertad, se produce un rápido crecimiento de la nariz entre los 8 y los 12 años en las niñas y entre los 13 años en los niños. El desarrollo de la nariz se completa aproximadamente a la edad de 16 años en las niñas y 18 en los niños.

Puede haber diferentes motivos para la desviación del tabique en los niños. La compresión en el útero o el trauma durante el parto normal pueden causar desviación del tabique al empujar el cartílago de las estructuras septales durante el rápido crecimiento en la primera infancia y la adolescencia. La mayor tasa de detección de desviaciones a medida que aumenta la edad también se asocia con un mayor riesgo de traumatismo nasal. No existe relación entre el género y la desviación del tabique. Además del trauma nasal, la acumulación de sangre en el tabique, los abscesos, las masas y, en raras ocasiones, las cirugías previas del tabique pueden causar desviación en los niños.

La congestión nasal es una queja común en los niños. También se sabe que la congestión nasal causa muchos problemas, desde deformidades faciales y ortodóncicas hasta apnea del sueño. Se debe realizar un examen físico detallado, incluida una evaluación endoscópica, para decidir si la desviación del tabique es la causa de la obstrucción nasal. En los casos en los que la exploración física no sea segura, se podrá realizar una tomografía computarizada.

La edad para realizar la septoplastia debe esperarse hasta los 5-6 años. Sin embargo, si es necesario, se puede intervenir a una edad más temprana. Las fosas nasales relativamente más pequeñas en los niños inicialmente serán un desafío para el cirujano. Sin embargo, las dificultades se pueden superar con experiencia y dominio anatómico. Como principio general, se deben elegir los mejores métodos de conservación de tejido en la medida de lo posible y se deben evitar extracciones innecesarias de tejido de gran tamaño.

Los estudios demuestran que la septoplastia realizada en la infancia mejora las molestias de la congestión nasal. El grado de recuperación funcional logrado después de la septoplastia en niños es mayor que el riesgo de efectos secundarios. A. Es importante tener una buena evaluación preoperatoria, un diagnóstico correcto, dominio de los puntos de desarrollo anatómico y la mínima y adecuada intervención posible.

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