Aunque hay pantallas en todos los aspectos de nuestras vidas, la adicción a las pantallas es uno de los problemas más comunes en la actualidad. Lamentablemente, este problema no se limita a los niños, sino que también se observa con frecuencia en los adultos. Especialmente durante la pandemia, las personas pasan la mayor parte del tiempo en casa, lo que hace que estén expuestas a más pantallas. Además, como resultado de nuestras observaciones, muchos padres ahora contratan niñeras a través de la televisión, la tableta y el teléfono. Si tuviéramos que ejemplificar la niñera moderna, podríamos decir que la madre expone al niño a la pantalla durante horas en casa para que pueda limpiar fácilmente. Lamentablemente, estas situaciones pueden provocar adicción.
La sociedad subestima la adicción a las pantallas, aunque no se diferencia de otras adicciones en términos de funcionalidad cerebral. Así como el cerebro funciona con el consumo de cigarrillos, alcohol o sustancias, la misma interacción ocurre con la adicción a las pantallas. Por lo tanto, sería beneficioso que la sociedad fuera sensible a este tema para poder criar una generación saludable.
Daños de la adicción a las pantallas:
Daños físicos
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Ardor en los ojos
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Dolor y rigidez en los músculos del cuello
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Postura corporal deteriorada
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Entumecimiento de las manos
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Debilidad
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Estreñimiento
Daños sociales y psicológicos
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Disminución de éxito académico
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Retraso en el desarrollo del lenguaje
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Falta de confianza en uno mismo
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Problemas de comunicación (familia, escuela…)
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Aislamiento fuera de los amigos de Internet
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Fracaso en la gestión del tiempo
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Trastornos del sueño
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No comer
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Disminución de actividades
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Agresividad
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Problemas de memoria
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Falta de atención
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Disminución de las habilidades para resolver problemas
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Disminución de la creatividad
Somos adictos a la pantalla. ¿Cómo lo sabemos?
Perder nuestras horas frente a la pantalla por apenas unos minutos.
2. Mentir sobre el tiempo que pasamos frente a la pantalla.
Estar atrapado entre sentimientos de culpa y placer.
Sentimiento de tensión y vacío fuera de la exposición a la pantalla.
Permanecer frente a la computadora hasta altas horas de la noche.
Aumento de los problemas físicos debido al uso la computadora durante mucho tiempo.
No comer, quedarse con hambre para acceder a Internet.
Soluciones
Crear un horario diario: determinar las horas que estaremos frente a la pantalla. No estar expuesto a la pantalla fuera de este horario.
Fijar un horario y lugar libre de pantalla: no se debe dejar la televisión encendida en casa todo el tiempo.
Ser modelo para el niño: no prestar atención al teléfono durante las comidas o conversaciones, y no encender la televisión.
>Socializar: pasar tiempo al aire libre, participar en deportes y actividades artísticas.
Apoyar las relaciones de amistad de nuestros hijos.
Controlar el uso de Internet de nuestros hijos.
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