La secreción del pezón es un síntoma relativamente común de las enfermedades mamarias. Sin embargo, aunque preocupa mucho a la paciente, es uno de los síntomas raros del cáncer de mama. Sólo el 10% de los pacientes que consultan a un médico debido a secreción del pezón están relacionados con el cáncer.
Por esta razón, el enfoque clínico básico es revelar con precisión la causa subyacente. Lo más importante es una historia clínica cuidadosa y detallada y un examen cuidadoso por parte del cirujano mamario.
La secreción del pezón, que tiene una causa patológica subyacente grave, se produce de forma unilateral y espontánea. Considerando que la paciente es pre y posmenopáusica, la presencia de secreción unilateral y espontánea del pezón así como la presencia de un bulto son factores importantes que toman la decisión de una intervención quirúrgica. Además, el color del flujo y si contiene sangre también son cuestiones que se deben tener en cuenta en el diagnóstico diferencial de un posible cáncer.
En un estudio se encontró que sólo el 2,7% de los Los pacientes con quejas de secreción del pezón que fueron seguidos durante muchos años podrían desarrollar cáncer. La secreción del pezón especialmente unilateral, monocanal y con sangre a menudo requiere una biopsia de mama. Sin embargo, especialmente en mujeres posmenopáusicas, la secreción clara e incolora del pezón debe ser considerada con sospecha.
Aunque la secreción del pezón es uno de los síntomas que deben alertar sobre el cáncer, la causa más común de secreción sanguinolenta del pezón es la papilomas intraductales benignos. El segundo más común es el agrandamiento de los conductos galactóforos. En este caso se debe cuestionar el tabaquismo y tener en cuenta algunas deficiencias vitamínicas y enfermedades reumáticas. Los estudios han demostrado que fumar, en particular, debilita el tejido de soporte alrededor de los conductos lácteos debajo del pezón y provoca la expansión de estos conductos. Se sabe que a veces los quistes mamarios también provocan secreción del pezón. Durante la lactancia se debe prestar atención a la presencia de sacos lácteos llamados galactoceles, y si es necesario se deben vaciar, pero no se debe interrumpir la lactancia. Se deben cuestionar las infecciones mamarias en la historia, se debe prestar atención a los encogimientos y deformidades del pezón y se debe descartar el cáncer.
Enfermedad posmenopáusica. Con la ayuda de métodos convencionales como la ecografía mamaria y la mamografía en pacientes con antecedentes familiares y uso de hormonas, un cirujano con experiencia en enfermedades mamarias puede detectar el canal donde ocurre la secreción, encontrar el canal o canales donde ocurre la secreción del pezón. , y realizar fácilmente una biopsia para el diagnóstico de tejido. .
A pesar de los muchos métodos de diagnóstico complejos proporcionados por el progreso tecnológico (ductoscopia, lavado ductal, ductografía), la historia clínica todavía tiene el lugar más importante para revelar la causa real de secreción del pezón. Aunque en los centros se realizan citologías y exámenes citológicos de la secreción del pezón, no debe considerarse como una prueba ampliamente utilizada debido a la alta tasa de falsos negativos.
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