La incompatibilidad innata entre los huesos que forman la articulación de la cadera se llama "displasia de cadera" del desarrollo. Todos los problemas, desde una simple falta de coincidencia entre los huesos hasta la etapa más avanzada de luxación de cadera, están dentro del alcance de la displasia de cadera del desarrollo.
Esta condición, que en años anteriores se definía como luxación congénita de cadera, se sólo una luxación de cadera en niños como resultado de una investigación realizada en los años 80. Se la denominó "displasia de cadera del desarrollo" (DDH), que es una definición más amplia, cuando se determinó que los problemas derivados de la incompatibilidad de la articulación de la cadera no eran observado en la mayoría de los casos.
Factores de riesgo
En la formación de displasia de cadera del desarrollo, existen algunos factores de riesgo. Situaciones como la presentación de nalgas del bebé durante el parto normal, embarazos múltiples, problemas con demasiado o muy poco líquido amniótico, el primer parto y la posición del niño en el útero de la madre aumentan el riesgo. Por otro lado, las niñas también son propensas a sufrir displasia de cadera en el desarrollo porque sus ligamentos son más flexibles.
Además de los riesgos relacionados con el parto, también existen algunas prácticas incorrectas después del nacimiento. El más importante de ellos es envolver al bebé con métodos tradicionales. Los estudios han demostrado que envolverlo aumenta significativamente el riesgo de displasia de cadera en el desarrollo. En los pañales tradicionales, las piernas del bebé se envuelven juntas y rectas, sin permitirle moverse. Sin embargo, es necesario dejar las piernas libres para asegurar el desarrollo natural de las caderas. Hoy en día también existen métodos de porteo y envolvimiento que no son como los tradicionales pañales, envolviendo al bebé sólo alrededor del cuerpo y dejando las piernas libres. Se diferencian de los pañales tradicionales porque dejan las piernas libres.
Etapa de diagnóstico
Cuando nace el bebé, también se examinan las caderas durante el primer examen que realizan los pediatras. Mientras tanto, si se nota una dislocación, se trata de inmediato. Además, la diferencia de altura entre las piernas y la presencia de asimetría en los pliegues cutáneos de los muslos del bebé deben hacer sospechar una luxación de cadera.
Aparte de esto, la ecografía de cadera, que se recomienda realizar entre 4-6 semanas después del nacimiento, es sumamente importante para detectar un posible problema. Niños que no pueden hacerse ecografías en estas semanas Si los bebés tienen más de 6 meses, se les realiza una exploración con rayos X en lugar de ecografía. No hay que olvidar que cuanto antes se diagnostique el problema de cadera, más fácil será el tratamiento.
Leer: 0