Hacer que una relación a largo plazo funcione es difícil porque requiere lograr un delicado equilibrio entre la individualidad (yo) y la unión (nosotros). Por un lado, queremos ser individuos separados e independientes; por el otro, queremos queremos cercanía y conexión con otra persona, o una familia. o perseguimos el sentimiento de pertenencia al grupo. Cuando la pareja pierde el equilibrio en uno de los dos aspectos, surgen problemas.
Si no hay suficiente de nosotros en la relación, puede ocurrir un divorcio emocional. Dos personas están en un matrimonio que se ha convertido en un cascarón vacío, donde los sentimientos o experiencias personales no se comparten, se aíslan el uno del otro y permanecen solos. Las peleas pueden ser menores en una relación, pero la cercanía también es menor.
Si no hay suficiente "yo" en la relación, perdemos nuestra propia identidad y nuestro propio control y responsabilidad sobre nuestras vidas. La energía se gasta en estar presente para la otra persona y hacer que la otra persona piense y actúe de manera diferente. En lugar de responsabilizarnos de nosotros mismos, tendemos a responsabilizarnos del bienestar emocional de la otra persona y responsabilizar a la otra persona del nuestro. De esta manera, una de las partes en una relación puede reaccionar exageradamente a lo que la otra dice y se comporta. Puede haber muchas peleas y culpas.
Otra consecuencia del sobreacoplamiento es el llamado tejido armonioso, donde los socios se comportan como si compartieran el mismo cerebro y cuerpo, sin discusiones abiertas porque una pareja sumisa acepta la realidad de la pareja dominante. Dos personas se convierten en una sola. Su transformación puede ponernos en una posición vulnerable y causar sentimientos similares a la muerte psicológica o física en casos de separación. Cuando esta importante relación termina, nos quedamos sin un yo al que aferrarnos.
Todos tenemos un "yo" y un "nosotros" que se nutren y dan significado mutuamente . Necesitamos "". El equilibrio entre estas dos fuerzas está en constante movimiento en todas las parejas. Una solución común que las parejas toman sin darse cuenta es que la mujer exprese su deseo de separación en el hombre de la relación. El equilibrio entre ser yo y nosotros es el punto fundamental de una relación sana.
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