La meningitis tuberculosa continúa siendo un problema de salud en nuestro país. Si bien en nuestro país se ha reportado una disminución importante de los casos de tuberculosis en los últimos años, cabe destacar que ha habido un cambio en los casos de meningitis tuberculosa infantil. La infección o enfermedad tuberculosa en un niño nos muestra que esta infección fue adquirida recientemente en la comunidad. Cuando se examinaron los datos de los dispensarios de tuberculosis de 2012, se observaron 29 casos en el grupo de edad infantil en 2002, y este número aumentó a 36 en 2009. Cuando se examinan los datos, se ve que la meningitis tuberculosa ocurre principalmente entre los 0 y los 5 años de edad. Desde otra perspectiva, es importante que no haya una disminución en los casos de meningitis tuberculosa en niños, a diferencia de la disminución reportada en los casos de tuberculosis en adultos.
Los hallazgos clínicos en niños con meningitis tuberculosa se examinan en tres etapas.
1- La etapa dura de 2 a 3 semanas. Se observa debilidad, fatiga, dolor de cabeza, fiebre baja y cambios de personalidad.
Aparecen síntomas de meningitis en 2ª etapa y síntomas neurológicos. Se observan dolor de cabeza, vómitos, convulsiones y parálisis nerviosa.
3- La etapa es el período en el que se desarrolla la parálisis. El cuadro clínico progresa rápidamente, se observa confusión y coma.
La inespecificidad de los síntomas en la primera etapa hace que se ignore el diagnóstico de tuberculosis.
Examen del sistema cerebroespinal El líquido es importante en la meningitis tuberculosa en etapa temprana. El diagnóstico se realiza mediante la demostración y producción del microbio de la tuberculosis. Dado que estas pruebas son difíciles y requieren mucho tiempo, se utilizan pruebas de laboratorio auxiliares para realizar un diagnóstico e iniciar el tratamiento. Las pruebas de ácido nucleico realizadas mediante el método PCR ayudan a la detección temprana. Otras pruebas que ayudan en el diagnóstico son los exámenes radiológicos. La radiografía de tórax, la tomografía computarizada de cráneo y especialmente la resonancia magnética de cráneo son importantes en el diagnóstico.
Cuanto antes se inicie el tratamiento en los casos de meningitis tuberculosa, más satisfactorio será el resultado. El período de tratamiento dura de 7 a 10 meses, dependiendo del estado clínico del paciente. En casos necesarios, se puede utilizar un tratamiento quirúrgico además del tratamiento farmacológico.
La vacuna antituberculosa (BCG) es muy importante para prevenir la meningitis tuberculosa, al contrario de lo que se discute sobre la protección de la vacuna antituberculosa. Se sabe que los niños vacunados contra la tuberculosis están protegidos contra la meningitis tuberculosa. Teniendo en cuenta que la meningitis tuberculosa infantil es más común entre las edades de 1 a 5 años, es importante identificar y tratar a los adultos con tuberculosis que transmiten la infección a los niños. La meningitis en la infancia es muy grave y deja secuelas para toda la vida, es obvio que estos casos necesitan ser tratados minuciosamente y seguidos.
Meningitis en niños Dr. Nuran Gürses
Especialista en Infectología Pediátrica y Pediátrica
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