Con la llegada del Ramadán, preguntas que se repiten cada año han vuelto a salir a la palestra. ¿Puedo ayunar durante el embarazo? ¿Qué pasa si ayuno durante la lactancia? ¿Afectará a mi bebé? Básicamente responderé a estas preguntas, que varían mucho dependiendo de las condiciones actuales.
Sin duda, no todos los embarazos, no todas las madres y no todos los bebés son iguales, y el Islam es una religión de conveniencia. Hoy en día, la gente ayuna hasta 17-18 horas, y este largo período de tiempo desencadena muchos procesos negativos. Durante un ayuno de más de 8 horas, activa los mecanismos de defensa del organismo y aumenta el flujo sanguíneo a los órganos vitales, provocando molestias como debilidad general, presión arterial baja, niveles bajos de azúcar en sangre, náuseas, dolor de cabeza, dolores musculares y ganas de dormir. Con la mayor necesidad de agua y nutrientes durante el embarazo, la tolerancia de este proceso puede ser más desafiante y puede comenzar a afectar al bebé. En respuesta a esta hambre, el bebé puede experimentar una disminución de los movimientos del bebé, una disminución del líquido amniótico (agua), retraso del crecimiento intrauterino y la amenaza de un parto prematuro. Debido a estos efectos, no recomendamos el ayuno durante el embarazo. Sin embargo, algunas mujeres embarazadas afirman que no viven estas situaciones negativas y que pueden tolerar fácilmente el ayuno. En este caso, el estado de riesgo actual debe determinarse mediante un control médico. Si no se observan problemas en el bebé ni en la madre, se puede apoyar el ayuno ajustando los niveles diarios de agua, calorías y vitaminas y minerales necesarios para un seguimiento estrecho. Sin embargo, si ocurre alguna situación adversa, se debe buscar atención médica inmediata y tomar precauciones.
Durante el período de lactancia, si el bebé solo está recibiendo leche materna durante los primeros 6 meses, no se recomienda el ayuno. ya que el efecto nutritivo y saciante de la leche disminuirá con un ayuno prolongado. Después de la transición al período de alimentación suplementaria, la madre puede continuar si puede proporcionar una dieta suficientemente equilibrada entre iftar y sahur y si se siente bien. Sin embargo, no hay que olvidar que el período de lactancia requiere necesidades nutricionales especiales, al igual que el período de embarazo, por lo que se debe obtener un modelo de lista nutricional consultando a expertos y, si es necesario, iniciar el uso de complementos alimenticios.
Por lo tanto, sin generalizar, cada mujer embarazada y madre debe ser evaluada específicamente según su situación, y se deben tomar los factores de riesgo, en tales casos se debe seguir estrictamente el consejo de los expertos. LES DESEO UN FELIZ, PRÓSPERO Y SALUDABLE RAMADÁN.
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