Proporcionar o no la oportunidad de prepararse en el fluir de la vida; En ocasiones puede ser necesario pasar por algunos procesos médicos de forma voluntaria y en ocasiones obligatoria. Vacunas, visitas al dentista, circuncisión, exámenes de rutina, intervenciones de emergencia, etc. Por ejemplo, puede estar en condiciones de prevenir un trauma por esta experiencia acompañada de dolor físico.
Para los niños pequeños, es valioso que el médico/dentista/enfermero proporcione un entorno para los padres< br /> para acompañar al niño en la habitación, si es posible. Una actitud colaborativa del médico y los padres durante el proceso garantizará que el niño se sienta seguro y cómodo y también contribuirá al niño.
Se debe proporcionar un entorno para que el niño se prepare física y mentalmente. No se debe impedir el llanto del niño en ese momento. Si el niño tiene miedo, hay algo que temer por el momento. En este caso, los padres deben abrazar al niño y hacerlo sentir seguro, y si es necesario (con el consentimiento del médico), el tratamiento debe continuar en el regazo de los padres. Además, es necesario alejarse de frases imposibles y que destruyen la confianza como “nunca saldrás lastimado”. En cambio, “Estoy contigo, en cualquier otro caso los médicos estarán a tu lado” define un punto más preciso.
Los niños recuerdan todo. El cuerpo lleva registros, aunque no a nivel consciente. Las intervenciones médicas son muy importantes y necesarias en la vida. Equilibrar el proceso para el niño y garantizar que sea exploratorio
es una intervención preventiva que los padres y los profesionales de la salud, es decir, los adultos, pueden realizar.
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