No estaría mal decir que el número de ingresos por dolor aumentó durante el año que pasamos sedentarios debido a la pandemia.
Escuchamos las palabras "Me duele todo", " Me despierto cansado por la mañana", "No tengo energía para caminar", especialmente de nuestras pacientes femeninas. Estas quejas nos llevan principalmente al diagnóstico de fibromialgia.
El dolor musculoesquelético común llamado fibromialgia y que persiste durante al menos tres meses se acompaña de muchas otras quejas. Hasta hace pocos años, esta enfermedad era considerada como una especie de trastorno mental, e incluso se intentaba tratar con fármacos antidepresivos. A la luz de investigaciones y hallazgos recientes, es posible decir que esta visión ha cambiado. Aunque los traumas infantiles a menudo se consideran desencadenantes de la fibromialgia, estudios recientes muestran que la percepción del dolor aumenta en el sistema nervioso central y periférico. Una vez más, si bien la presencia de un cierto número de puntos sensibles en el cuerpo era un criterio de diagnóstico, ahora se piensa que puede que no siempre sea así. Quizás el criterio más importante que complica el diagnóstico es que las pruebas de laboratorio parezcan completamente normales. El diagnóstico se realiza con dolor a largo plazo y los hallazgos que lo acompañan.
En la fibromialgia coexisten muchos síntomas que parecen ser independientes entre sí. Síntomas que lo acompañan;
Dolor de cabeza, trastornos del sueño, ansiedad, entumecimiento y hormigueo en varias partes del cuerpo, síndrome de piernas inquietas, ardor al orinar, síndrome del intestino irritable, reflujo, menstruación dolorosa y fatiga pueden acompañar.
Investigaciones ; muestra que las alteraciones de la flora intestinal también están relacionadas con la fibromialgia. En los últimos años, se ha revelado que SIBO, conocido como crecimiento bacteriano excesivo en el intestino delgado, es la causa importante. Dado que la fibromialgia es una enfermedad inflamatoria crónica, es necesario abordar la raíz del problema desde varios ángulos. Recomendamos la rehabilitación.
Para la continuación del bienestar permanente;
Yoga y Se puede recomendar la meditación en términos de regulación del sueño, reducción del estrés y relajación espiritual.
La nutrición debe ser antiinflamatoria. Eso es inflamación en el cuerpo. Debería ser fundamental eliminar los alimentos harinosos, azucarados y envasados que lo aumentan, alejarse de los aceites refinados y alimentos procesados, incluir en la dieta aceites saludables y vegetales.
Es importante eliminar los micronutrientes y deficiencias minerales, si las hubiera. Especialmente la deficiencia de magnesio y vitamina D conduce a un aumento en la percepción del dolor.
Finalmente, si hay síntomas de SIBO, la rehabilitación intestinal cuidadosa también es un paso importante hacia la recuperación.
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