Las hemorragias nasales suelen ser de corta duración, se detienen fácilmente y no requieren derivación a un centro de atención médica. La probabilidad de que una persona sufra una hemorragia nasal a lo largo de su vida es del 60% y sólo el 10% requiere atención médica. Es más común en los meses de invierno. Hurgarse la nariz y la disminución de la humedad en la mucosa que cubre el interior de la nariz son las causas más comunes de hemorragias nasales en los niños durante los meses de invierno. Curvaturas en la parte media de la nariz; Las curvaturas y protuberancias, especialmente en la parte frontal, pueden provocar un aumento de las turbulencias en la nariz, sequedad y sangrado nasal. Los traumatismos que provocan fracturas en los huesos nasales también pueden provocar daños y sangrado en la mucosa que recubre el interior de la nariz. El sangrado tardío (después de 6 semanas) después de un traumatismo que causa fractura de los huesos faciales puede deberse a un aneurisma postraumático (inflación de los vasos). Las hemorragias nasales no son infrecuentes después de cirugías relacionadas con la nariz (septoplastia, rinoplastia, cirugía endoscópica de los senos nasales, etc.). Se deben investigar los tumores benignos y malignos de la cavidad nasal, los senos nasales y la zona de la nasofaringe, especialmente en las hemorragias nasales recurrentes y persistentes.
Las publicaciones informan que las personas mayores de 50 años son más propensas a sufrir hemorragias nasales graves. Los trastornos de la coagulación hemorrágicos congénitos o adquiridos (fácil aparición de hematomas, sangrado prolongado en lesiones menores, antecedentes familiares de trastornos hemorrágicos) también deben evaluarse cuidadosamente en pacientes con hemorragias nasales. La historia del paciente proporciona pistas importantes sobre los trastornos hemorrágicos adquiridos causados por medicamentos o enfermedades. Un recuento de plaquetas inferior a 20.000/mm3 provoca hemorragia espontánea. Algunos medicamentos pueden alterar las funciones plaquetarias y provocar sangrado. El consumo crónico de alcohol, aspirina y algunos medicamentos pueden provocar hemorragias nasales. Deficiencia de vitamina K; y las enfermedades hepáticas, la dieta y algunos medicamentos que la provocan pueden provocar sangrados nasales debido a la disminución de los factores de coagulación.
Las precauciones generales y recomendaciones para sangrados moderados y leves sin sangrado activo son las siguientes: strong>
Reducir los factores que pueden iniciar o aumentar el sangrado nasal. En primer lugar, evitar hurgarse la nariz y reducir el hábito de limpiarse la nariz con frecuencia, utilizando una solución de agua salada. Estos incluyen aumentar la humedad nasal con geles nasales. Se recomienda humidificar nuestro ambiente con diversas herramientas. La primera y temprana intervención en el sangrado agudo se puede resumir en lavar la nariz con agua fría para eliminar los coágulos, inclinar la cabeza 45 grados hacia adelante, apretar las alas suaves delanteras de la nariz con el índice y el pulgar y esperar 10 minutos. Sería apropiado acudir a urgencias en caso de sangrado que no se detiene al finalizar esta intervención.
En casos de sangrado activo que no se puede detener con las medidas anteriores, aplicación de tampón anterior, cauterización nasal anterior, posterior La aplicación de tampones, diversas cirugías en las que la arteria que causa el sangrado se conecta con métodos quirúrgicos y la septoplastia pueden ser realizadas por un otorrinolaringólogo en condiciones de quirófano. Estas se pueden enumerar como aplicaciones que pueden realizar.
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