"¿Sabes lo que quiero? Buena suerte a la persona con la que me voy a casar. Déjame trabajar también, pero por placer, no por necesidad”, “De todos modos trabajo hasta tener un hijo después del matrimonio”, “Un día mi vida cambiará/salvará” Estas son las palabras de las cenicientas que nos rodean… p>
Entonces, ¿qué es esto? ¿Complejo de Cenicienta? Como recordamos del cuento de hadas, mientras la pobre Cenicienta vive una vida muy mala, el apuesto príncipe que emerge saca a Cenicienta de esta vida difícil y viven felices. En la vida real, las mujeres esperan que un salvador les salve la vida, como en este cuento de hadas. Será más fácil comprender el surgimiento de esta situación si echamos una mirada al pasado. La percepción de que las mujeres son siempre ingenuas, frágiles, necesitadas de protección y cuidados y, como resultado, el enfoque sobreprotector y opresivo de las familias hacia sus hijos en lugar de darles responsabilidades y enseñarles a correr riesgos, sienta las bases para ser Cenicienta. Sin embargo, como resultado de las desigualdades en los roles de género (distinciones entre el trabajo de las mujeres y los de los hombres) y el matrimonio (tener un hijo como bonificación) se considera un logro social, nuestras cenicientas se convierten en una extensión de su príncipe. Por supuesto, apenas lo notamos en nuestra vida diaria, ya que todas estas cosas funcionan perfectamente en nuestro inconsciente, no a nivel consciente. Pero puedo enumerar algunas características para aquellos que piensan: "Me pregunto si soy así". Puedo decir que no tengo suficiente confianza para asumir responsabilidades y riesgos, miedo al fracaso, miedo a ser libre -me refiero a la responsabilidad de toda la vida- y, por tanto, el sentimiento de paz y seguridad creado por estar bajo las alas de un hombre. Si se sorprendió leyendo estas funciones, recuérdelo; Este síndrome que pacifica a las mujeres no es más que las reglas verbales que nos imponen desde el pasado hasta el presente, y ciertamente es posible cambiarlo.
Finalmente, no dejes que estas palabras se perciban como no casarse, tener un hombre en tu vida o no tener hijos. Lo que intento decir es que los veas como un propósito de tu vida. no debes hacerte la ilusión de que lograr esto significa éxito, y el deber principal de un hombre debe ser un compañero de vida que te apoye mientras lo haces, en lugar de ser un príncipe salvador que te financia.
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