En realidad, hay muchas respuestas a esta pregunta. En ocasiones se debe a nuestros propios errores, y en ocasiones motivos fuera de nuestro control pueden provocar un aumento de peso. Hábitos alimentarios incorrectos, dietas estrictas, factores ambientales, edad, tendencias genéticas, factores psicológicos, enfermedades-desequilibrios hormonales y muchos más...
Si tenemos en cuenta estos motivos, muchas personas ahora comen menos, de forma irregular y Hábitos alimentarios desequilibrados: Comportamientos como la alimentación y la restricción calórica pueden llevarnos a lo contrario de nuestro objetivo y provocar que ganemos peso. Cuando decimos dieta lo primero que nos viene a la cabeza es comer menos, lo cual es una percepción errónea. Nuestra prioridad con la dieta es aprender a comer sano.
Consumir más calorías de las que gastamos durante el día provoca aumento de peso. Muchos factores como las condiciones laborales, estar sentados durante largos periodos de tiempo, la vida sedentaria y nuestro hábito de utilizar el coche en el transporte hacen que no nos movamos lo suficiente. La comida rápida y los alimentos excesivos en calorías, las bebidas azucaradas y su inclusión en nuestra vida social son muy eficaces en el aumento de peso.
Los hábitos alimentarios son personales, la frecuencia y cantidad de las comidas diarias varían de persona a persona. Dado que la dieta de una persona no es la adecuada para otra, continuar con una dieta que no es adecuada para ella provoca un aumento de peso. Por eso, un programa de nutrición personalizado es muy importante. Además, conductas como los hábitos alimentarios nocturnos y comer frente al televisor y al ordenador provocan un aumento de peso.
Las transiciones psicológicas que experimentamos de vez en cuando pueden afectar nuestras conductas alimentarias. Mientras que algunas personas comen mucho cuando están tristes o emocionadas, otras, por el contrario, reducen sus hábitos alimentarios.
Los factores genéticos, las enfermedades graves y los desequilibrios hormonales también influyen en el aumento de peso. Los estudios demuestran que si los padres tienen sobrepeso, sus hijos también son susceptibles a aumentar de peso. Muchas hormonas como el cortisol, la insulina y la tiroides son eficaces en el equilibrio del peso corporal. Es posible eliminar los efectos negativos de estas hormonas con una dieta regular. Además, la menopausia, que se da en las mujeres, provoca grasa, especialmente en la parte superior del cuerpo, a partir de cierta edad. Provoca hinchazón. El síndrome de ovario poliquístico, que también afecta a las mujeres, también provoca aumento de peso, especialmente porque altera el equilibrio de la insulina en el cuerpo. Si estas y muchas dolencias similares no se solucionan, la pérdida de peso se vuelve difícil.
El sueño regular, que además es eficaz en el funcionamiento de nuestro metabolismo, es otra situación que puede derivar en problemas de aumento de peso. Situaciones como dormir hasta tarde y despertarse tarde durante el día ralentizan el metabolismo y provocan una nutrición irregular. Las personas que duermen hasta altas horas de la noche también tienden a comer en exceso mientras permanecen inactivas, lo que conduce a un aumento de peso. Las hormonas leptina y grelina secretadas en nuestro cuerpo se desequilibran cuando dormimos menos y de forma irregular. Mientras que el nivel de la hormona leptina disminuye, hay un aumento de la hormona grelina. Esta situación afecta negativamente a la gestión del apetito.
Estos factores, que consideramos los principales responsables del aumento de peso, empezarán a disminuir o incluso desaparecer con una alimentación saludable, actividad física durante el día y una dieta de calidad. hábito de dormir.
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