¿Qué es el absceso anal?
La zona principal es una de las partes del cuerpo más resistente a las infecciones debido a su naturaleza. Aunque las infecciones y abscesos que pueden ocurrir en esta región pueden ser secundarios a muchas enfermedades sistémicas, la causa más común se debe a las formaciones anatómicas de esta región.
En la clínica, puede ser superficial y visible desde hacia el exterior, o puede ser profundo, a un nivel que sólo puede verse con la ayuda de dispositivos médicos.
Los abscesos de localización clásica en pacientes son generalmente clínicos
Caminata como pato (caminar como pato)
Sensibilidad y dolor extremos
Fiebre
Dificultad para sentarse
Dificultad para defecar
Cuando el paciente es examinado proctológicamente con estos hallazgos clínicos, se observa enrojecimiento en la zona anal. Se observa zona e hinchazón dando sensación de líquido.
Es una de las principales enfermedades proctológicas que requiere abordaje quirúrgico urgente. De lo contrario, puede dar lugar a situaciones difíciles de compensar y que pueden tener tristes consecuencias.
Tratamiento del absceso anal
Como en todos los abscesos, el absceso Se debe drenar y limpiar el área del absceso. La zona anal es una zona que requiere atención tanto a nivel de estructuras musculares como de nervios. Este procedimiento lo realiza un médico que está familiarizado con el área anal y el paciente se siente aliviado después del procedimiento. Contrariamente a la creencia popular, el tratamiento del absceso anal no consiste en antibióticos, porque los antibióticos no pueden penetrar en la pared del absceso no drenado. Al tratamiento tras el proceso de evacuación se le añade un tratamiento antibiótico adecuado, como comentábamos al principio existe una estrecha causalidad entre absceso anal y fístula. Un alto porcentaje de pacientes que presentan un absceso anal pueden desarrollar una fístula principal después del tratamiento.
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