Muchas personas pueden quejarse de síntomas como debilidad, fatiga, somnolencia, problemas digestivos y dolores en las articulaciones en esta estación. La razón de estas molestias se debe al efecto de los cambios climáticos en el metabolismo y las hormonas. Sin embargo, , haciendo algunos cambios en nuestra alimentación y actividad física, podemos prevenir el cansancio primaveral.
Podremos superar este periodo sin que nos afecte negativamente una dieta que revitalice nuestro metabolismo . Especialmente la diversidad de alimentos es muy importante. Al llevar una dieta colorida, podemos beneficiarnos de todo tipo de vitaminas y minerales y fortalecer nuestro sistema inmunológico. De esta forma, entraremos en el verano con un metabolismo más vigoroso sin que nos afecte el cansancio primaveral.
PREVENIR EL FATIGA PRIMAVERAL CON UNA NUTRICIÓN ADECUADA
Se debería implementar un programa dietético que contenga más verduras y menos grasas saturadas, lo que llamamos dieta mediterránea. Es muy importante empezar el día desayunando. Un desayuno compuesto por pan integral, queso sin grasa, aceitunas, nueces y muchas verduras es el mejor ejemplo para equilibrar nuestro nivel de azúcar en sangre, que ha bajado a lo largo de la noche, y activar nuestro metabolismo. Para no perder energía a lo largo del día conviene tomar un snack con snacks saludables como fruta fresca y almendras y avellanas crudas. Se deben evitar los alimentos cocinados mediante métodos de fritura o asado en las comidas principales. Las carnes rojas magras se deben consumir 1 día a la semana, el pescado 2 días y las legumbres secas 2 días a la semana. En cada comida se deben incluir ensaladas o verduras. Las salsas pesadas y las grasas son alimentos que aumentan el cansancio y no deben consumirse.
¿Cómo debe ser nuestro consumo de líquidos?
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Para un metabolismo saludable nuestro consumo diario de líquidos debe ser de 30 ml por kilo. Por ejemplo, una persona que pese 70 kg debería consumir 2100 ml (al menos 2 litros) de líquido. A medida que el clima se vuelve más cálido, esta cantidad debe aumentarse ligeramente para equilibrar la mayor pérdida de agua a través de la sudoración. En el consumo de líquidos, tan importante como la cantidad es el tipo de líquido consumido. En lugar de bebidas azucaradas y ácidas, se debe preferir agua, infusiones de hierbas como té verde, salvia, leche y ayran. El consumo de té negro y café no cubre nuestras necesidades diarias de líquidos. Por el contrario, tiene efecto diurético, es decir, miccional. . Por este motivo, se deben limitar estas bebidas y beber suficiente agua para equilibrar la ingesta de cafeína.
Qué vitaminas y en qué cantidad ¿Debemos consumir?
•Para fortalecer nuestro sistema inmunológico y revitalizar nuestro metabolismo durante el período primaveral, se recomiendan alimentos antioxidantes que contengan vitaminas A, D, E, C. y los minerales zinc y selenio deben incluirse en nuestra dieta diaria.
•Las necesidades de vitamina A se pueden cubrir con pescado dos veces por semana, 1 huevo cada día, 2 vasos de leche, verduras como zanahorias y pimientos verdes, y frutas como como los albaricoques y las naranjas.
•20 minutos de sol al día son suficientes para obtener vitamina D. Los mejores horarios para obtener vitamina D son entre las 10:00 y las 11:00 de la mañana. Recibir la luz solar directa en brazos y cuello entre estas horas cubrirá nuestras necesidades diarias de vitamina D y evitará la fatiga.
•La vitamina E y el selenio se obtienen de semillas oleosas como las avellanas, nueces, almendras, soja.Se encuentra en el aceite y el trigo. Podemos cubrir nuestras necesidades consumiendo 10 avellanas o almendras crudas, 2 nueces y pan integral al día.
•La vitamina C se encuentra en las verduras y los cítricos. El zinc se encuentra principalmente en las nueces, el pescado y las carnes rojas.
Qué se puede hacer para el cansancio primaveral p>
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Las caminatas ligeras y los deportes regulan el equilibrio hormonal, aceleran el metabolismo y son útiles para eliminar los edemas. Por tanto, se debe hacer ejercicio con regularidad. Definitivamente deberíamos añadir a nuestra vida 30 minutos de caminata diaria o 45-50 minutos de caminatas ligeras.
Alimentos ricos en carbohidratos y grasos (bollería, postres con sorbetes, grandes cantidades de arroz, pasta y pan, frituras). , asado, etc.) ) deben consumirse con moderación ya que aumentará la somnolencia y la fatiga. En su lugar, se deben preferir los alimentos integrales y con cereales integrales, los postres lácteos, los alimentos hervidos, horneados y a la parrilla.
Además, se deben preferir los alimentos de temporada así como el consumo regular de frutas y verduras.
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No descuides las infusiones de hierbas…
Equinácea; Muchas heridas Además de las sustancias esenciales, contiene taninos, ácidos grasos, vitaminas A, C y E. Con todo su rico contenido, la Equinácea es una planta que fortalece el sistema inmunológico y aumenta la resistencia del organismo. La equinácea, que se utiliza contra enfermedades como el herpes, la gripe y la amigdalitis, es una planta muy preferida para prevenir los resfriados.
Rosa Mosqueta; Sus frutos son ricos en vitaminas A, B1, B2, C, E y K y minerales, especialmente fósforo y potasio. La rosa mosqueta, que es un eficaz depurativo de la sangre y suavizante intestinal, regula el desarrollo del organismo debido a su riqueza en vitamina C.
Salvia; Además de sus fuertes propiedades antioxidantes, contiene vitaminas A, B y C. Tiene efectos positivos especialmente sobre la circulación, el sistema digestivo y la memoria. La salvia, conocida también por su efecto relajante, es perfecta para recuperar energía y revitalización, especialmente al final de un día ajetreado, y para afrontar el cansancio que afecta a los meses de primavera.
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