La ira es generalmente una emoción que se muestra ante eventos no deseados y desagradables. La intensidad y duración de la ira pueden variar de persona a persona. A veces, el mismo evento puede enojar mucho a una persona, pero no hacer que otras se enojen tanto. Cuando la emoción de la ira se puede controlar como otras emociones, se puede evitar que una persona se dañe a sí misma y a su entorno.
Sin embargo, algunas personas pueden enojarse ante los acontecimientos más de lo necesario, no pueden controlar su ira y pueden actuar para dañarse a sí mismos y al medio ambiente. Un individuo que no puede controlar su ira siempre se da la razón y culpa a la otra parte, a pesar de las advertencias de sus familiares. Un individuo que no puede controlar su ira se siente solo al cabo de un tiempo, y esto puede hacer que se enoje aún más.
¿CUÁLES SON LAS SITUACIONES QUE NOS ENFÍAN?
Cuando lo estamos Nos decepcionamos, cuando pensamos que hay un ataque a nuestra personalidad, cuando pensamos que no nos comprenden, generalmente nos enojamos cuando nuestros derechos son violados por otras personas. Nuestra ira, al igual que nuestras otras emociones, se forma como resultado de nuestros pensamientos. Lo que revela nuestras emociones no son los acontecimientos sino la forma en que los interpretamos. Generalmente, nuestros clientes dicen que se enojan con las personas que no obedecen las reglas de tránsito, con las personas que infringen las reglas sociales o cuando creen que han sido insultados. Como mencionamos antes, a veces las reacciones de las personas ante los mismos eventos pueden diferir. Cuando vemos que alguien no respeta las normas de tráfico, esto a veces puede enfadarnos. En este caso, algunas personas quieren usar la violencia física después de un enojo extremo, algunas personas tienen discusiones verbales y a veces pueden mantener su enojo bajo control.
Síntomas que ocurren durante el enojo
Aumentan en la presión arterial, tensión extrema, Se observan síntomas de violencia física como respiración irregular, hablar en voz alta, golpes y patadas. En ocasiones, debido a los efectos indirectos del enojo, se puede observar llanto, inquietud, sensación de vacío y somnolencia.
RESULTADOS DEL ENOJO
En personas que están extremadamente enojadas, ya sea expresando su La reacción excesiva o, a veces, manteniéndola dentro puede ser autodirigida. En ambos casos, la ira Una serie de síntomas aparecen en el individuo que vive con la enfermedad. Como resultado de un enojo excesivo, la persona puede experimentar problemas como dolor de cabeza, dolor de espalda y hombros, náuseas, vómitos, problemas respiratorios, problemas sexuales, problemas de concentración, incapacidad para concentrarse, sensación de inquietud constante, insomnio, adicción al tabaco, al alcohol y a otras sustancias. Puede ocurrir comer en exceso. No hay que olvidar que las personas con problemas de control de la ira viven bajo un estrés constante y que este estrés afecta negativamente a todos nuestros órganos, especialmente al cerebro.
MOTIVOS DE LOS PROBLEMAS DE CONTROL DE LA IRA
Si Si crees que tienes problemas de control de la ira, definitivamente debes acudir a un psiquiatra y en primer lugar se debe evaluar si tienes alguna enfermedad física que cause problemas de control de la ira (epilepsia, diabetes, enfermedades de la presión arterial, etc.). Si no tiene una enfermedad física subyacente, se deben examinar los acontecimientos vitales negativos que experimentó en la infancia y también se debe determinar si tiene otra enfermedad psiquiátrica. Por ejemplo, las personas experimentan problemas de manejo de la ira en enfermedades psiquiátricas como depresión, trastornos de ansiedad, agotamiento, trastorno bipolar, trastornos de personalidad, etc.
TRATAMIENTO DEL TRASTORNO DEL CONTROL DE LA IRA
Enfermedades que pueden causar problemas de control de la ira o Después de detectar las condiciones, se debe tratar primero la causa subyacente. El objetivo es enseñar a la persona técnicas para afrontar la ira, técnicas de relajación, etc., cambiar nuestra mentalidad que provoca la ira, permitirnos interpretar los acontecimientos de forma más saludable, cambiar nuestro hábito de resolver problemas con ira y desarrollar diferentes habilidades para resolver problemas. Se ha determinado que existen algunos cambios químicos en el cerebro de personas con trastorno de control de la ira.
ENFERMEDADES PROVOCADAS POR LA IRA
La ira excesiva allana el camino para enfermedades cardíacas, presión arterial, diabetes y enfermedades psiquiátricas. Los problemas de ira, especialmente aquellos que continúan durante muchos años, hacen que nos aislemos socialmente, lastimemos a nuestros seres queridos y los sentimientos de arrepentimiento que experimentamos después alcancen gradualmente un nivel que nos impide disfrutar de la vida.
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