Cuando miramos su esencia, el ictus aparece como una enfermedad cardiovascular. En los casos que duran más de 24 horas suelen producirse situaciones que ponen en peligro la vida. Los primeros momentos de parálisis son sumamente importantes. Las intervenciones a realizar cuando comienza la parálisis son las determinantes de los trastornos que se producirán debido a la parálisis. Por lo tanto, cuanto antes se intervenga, menos daño sufrirán los pacientes. Durante un derrame cerebral, se produce un bloqueo en los vasos que alimentan las células cerebrales y transportan oxígeno a estas células. Como resultado de este bloqueo, las células cerebrales muy sensibles comienzan a morir rápidamente. Una pequeña cantidad de pérdidas de células significa menos problemas en el futuro.
¿Cuáles son los grupos de riesgo de accidente cerebrovascular?
Los grupos de riesgo de accidente cerebrovascular son similares a las enfermedades cardíacas. Las personas con presión arterial alta, diabetes, fumadores, obesos y con colesterol alto también se encuentran entre las personas propensas a sufrir un derrame cerebral. El accidente cerebrovascular es más común en personas con enfermedades cardíacas graves. Las condiciones que duran más de 24 horas se denominan accidentes cerebrovasculares. Las situaciones que duran menos de 24 horas se denominan ataques isquémicos transitorios. Los ataques isquémicos transitorios generalmente duran entre 5 y 10 minutos. Sin embargo, una proporción significativa de pacientes que han experimentado un ataque isquémico transitorio experimentan un accidente cerebrovascular dentro del año posterior al ataque isquémico. Por este motivo, las personas que han sufrido un ataque isquémico transitorio deben tener más cuidado.
Tratamiento de la parálisis
No existe un tratamiento especial para la parálisis. Hoy en día, el tratamiento disolvente de coágulos se aplica en trazos oclusivos. Esta aplicación se puede realizar dentro de las primeras 4,5 horas después de ocurrido el derrame cerebral. Por este motivo, en casos de pérdida de sensibilidad, habla, discapacidad visual, desequilibrio, dificultad para caminar y confusión, los pacientes deben acudir sin demora al hospital o institución de salud más cercana. De esta forma, el tratamiento disolvente de coágulos a aplicar minimizará los problemas provocados por el ictus. La molestia más común que ocurre después de un derrame cerebral es la debilidad en una mitad del cuerpo. Además, se pueden observar dificultades en el habla, trastornos de la memoria, depresión o trastornos del estado de ánimo. En los primeros 5 años de alguien que sufre un derrame cerebral El riesgo de volver a sufrir un ictus ronda el 25%.
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