1. ¡No hay necesidad de poner excusas!
Lo sé, no tienes tiempo para ir al gimnasio. No hay nada saludable para consumir afuera. Quieres haz ejercicio en casa pero no sabes cómo hacerlo, etc.
Podemos añadir muchas excusas como esta, pero si realmente queremos estar sanos y en forma, debemos alejarnos de nuestras excusas y concentrarnos. sobre lo que podemos hacer.
2. ¡Camina más!
¿Sabías que puedes mantenerte en forma con una caminata de 30 minutos cada noche? ? Especialmente caminar al aire libre aumenta el nivel de serotonina, la hormona de la felicidad.
3. ¡No te prives de todo!
Intentar ser “perfecto” en tu nutrición puede no siempre dar buenos resultados. No consumas un alimento y le digas a tu cerebro que te hará subir de peso, lo que causa el peso es la cantidad de alimento que consumes. Por ejemplo, el chocolate, que la mayoría de nosotros tememos consumir durante las dietas; Me pregunto si ganaré peso si como. Si realmente te gusta comer chocolate, ¿por qué no comer un cuadrado de chocolate con tu café? No te tortures mientras intentas comer sano para poder tener una dieta/estilo de vida sostenible.
4. ¡Encuentra una actividad que agregue movimiento a tu vida!< br /> Después de la comida, pasa tiempo con tu familia o amigos. Encuentra una actividad en la que puedas divertirte y estar activo. Por ejemplo, salir a caminar, andar en bicicleta, jugar baloncesto, fútbol, voleibol se pueden poner como más ejemplos de esto.
5. ¡Haz del sueño una prioridad!
Muchos de nosotros subestimamos la importancia de dormir bien por la noche . Es parte de llevar una vida saludable. Otra regla es dormir regularmente. Cuando el cuerpo descansa, se vuelve más productivo y en forma al día siguiente. No olvidemos que dormir menos puede incluso provocar un aumento de peso al aumentar el cortisol (estrés). hormona) en la sangre.
6. ¡Haz que comer verduras sea divertido!
Los nutrientes contenidos en las verduras son muy beneficiosos para nuestro organismo, y debido a el agua que contienen, pueden llenar casi todo el estómago. Si dices que ni siquiera puedes comer ensalada, piensa en qué salsas puedes usar con tu ensalada o verduras (brócoli, repollo, puerro, etc.) Quizás no puedas dejar de comer con ají o ajo. Encontrarás sabores.
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