Estimados padres:
Algunas quejas y hallazgos observados en niños en edad escolar pueden ser indicadores de enfermedades cardíacas. Como especialista en Cardiología Pediátrica, esperamos que la información que compartiremos sobre este tema te resulte ilustrativa.
Sudores nocturnos; Los niños en edad escolar (especialmente los niños de 6 a 10 años) tienen una gran actividad diaria y por tanto su metabolismo es muy rápido durante el día. Sin embargo, después de quedarse dormido por la noche, el metabolismo permanece rápido durante 2 a 3 horas y puede ocurrir sudoración excesiva durante este tiempo. Dado que el metabolismo se ralentiza en las horas siguientes, esta sudoración no vuelve a producirse. Esta situación es normal en niños sanos. Sin embargo, si la sudoración continúa durante toda la noche, se deben investigar causas tanto cardíacas como no cardíacas.
Fatiga fácilmente: durante la pubertad, los niños comienzan a crecer rápidamente en altura (aproximadamente 10 -15 cm por año). La tintura prolongada requiere tiempo, especialmente la adaptación del sistema circulatorio. Por este motivo, empiezan a tener dificultades para realizar actividades cotidianas (como subir escaleras, correr) que podrían realizar fácilmente entre los 8 y 10 años, o se cansan con facilidad. Esta es una situación saludable. Sin embargo, si el niño afirma que se cansa fácilmente desde que comenzó la escuela primaria (especialmente en la clase de educación física), si tiene quejas como palpitaciones, dolor en el pecho, opresión en el pecho o sensación de desmayo durante o después de hacer deporte, Debe ser examinada para detectar enfermedades cardíacas o arritmias.
Retraso del crecimiento y desarrollo, incapacidad para ganar peso: algunas enfermedades cardíacas congénitas pueden no causar síntomas incluso hasta la edad adulta, o es posible que no se identifique un hallazgo cardíaco (como un soplo) por el médico. En este tipo de enfermedad cardíaca, las molestias del niño, como baja estatura, incapacidad para ganar peso o cansancio fácil, son importantes para el examen cardiológico.
Dolor en el pecho: el dolor en el pecho es una queja común en niños y adolescentes. Sin embargo, este dolor se debe principalmente a motivos no cardíacos. Si el dolor no está relacionado con el esfuerzo y el niño nunca antes ha sido sometido a un examen cardiológico, se deben realizar exámenes cardiológicos de rutina (ECG, ecocardiografía, algunos análisis de sangre si es necesario) con fines de control. Sin embargo, si el dolor se produce especialmente durante el esfuerzo, puede ser causado por enfermedades como enfermedades congénitas o adquiridas del músculo cardíaco y anomalías vasculares coronarias congénitas. Para evaluar la afección, se debe realizar una prueba de esfuerzo además de los exámenes cardiológicos de rutina.
Palpitaciones; Las palpitaciones pueden ocurrir solas o con dolor en el pecho. Puede ocurrir durante el descanso o mientras se hace ejercicio. Independientemente de la situación, se debe evaluar con una prueba Holter (ritmo), en la que se monitoriza el ECG durante 24 horas, y, si es necesario, una prueba de esfuerzo, además de exámenes cardiológicos de rutina.
Bradicardia (pulso lento): Especialmente en niños que son nadadores, el pulso puede rondar los 60/min. Sin embargo, para no pasar por alto algunos trastornos importantes del ritmo, se debe controlar el ritmo cardíaco del niño al menos una vez con un ECG.
Desmayos: los desmayos pueden ocurrir debido a factores neurológicos y metabólicos. razones, así como enfermedades cardíacas congénitas o adquiridas, y también puede deberse a enfermedades del músculo cardíaco o trastornos del ritmo. Especialmente en la adolescencia, molestias como mareos, desmayos y náuseas, que aparecen con el estómago vacío o estando de pie, pueden derivar en desmayos. En tales casos, si se realizan exámenes cardiológicos de rutina y no se encuentran hallazgos relacionados con el corazón, estas molestias se pueden prevenir con algunas sugerencias. Los desmayos que se producen durante o después de la práctica de deporte son muy importantes en términos de trastornos del ritmo y deben examinarse con Holter (ritmo), pruebas de esfuerzo y, si es necesario, más pruebas de ritmo.
Fiebre reumática aguda: Escolares en nuestro país.Es una enfermedad común en niños pequeños. Después de una infección de garganta causada por estreptococos beta hemolíticos (microbios beta), causa reumatismo articular o cardíaco en niños con susceptibilidad genética familiar. Los hallazgos clínicos del reumatismo articular facilitan su diagnóstico. Sin embargo, las infecciones repetidas de garganta que sufre el niño pueden provocar ataques repetidos de reumatismo y progresar hasta provocar daños valvulares graves. Durante este proceso no se pueden observar síntomas ni quejas clínicas (carditis silenciosa). Por este motivo, se debe recomendar un examen cardiológico de rutina, especialmente en niños de entre 5 y 10 años, si nunca se ha realizado antes.
Hallazgo de QT largo en el ECG: Todo niño en edad escolar debería hacerse un ECG una vez. Las mediciones que realizamos en el ECG indican que pueden ocurrir problemas graves, especialmente cuando el niño está expuesto a estrés doloroso como deportes o traumatismos. Ayudará a determinar si existe riesgo de trastorno de ansiedad.
La importancia del deporte: Hoy en día, nuestros niños van mayoritariamente al colegio en autobús y las calorías diarias que necesitan consumir ya que los niños son insuficientes. Por este motivo, a menudo nos encontramos con problemas de fatiga y obesidad en las actividades diarias. Para convertirnos en un adolescente-adulto sano y adquirir el hábito de convivir con el deporte, el ejercicio recomendado de 45 minutos al menos 3 veces por semana también se verá reflejado en el éxito escolar de nuestros hijos.
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