anticuerpos tiroideos

Anticuerpos anti TPO y Anti Tg

Los niveles de anticuerpos deben comprobarse en personas cuyo nivel de TSH en sangre es superior a 4 mUI/L. Las pruebas de anti-TPO y anti-Tg en sangre permiten el diagnóstico de tiroiditis autoinmune crónica, es decir, la enfermedad de Hashimoto. Se observan niveles elevados de anti-TPO en el 90-95% de los pacientes con enfermedad de Hashimoto y en el 60-90% de los pacientes con enfermedad de Basedow. El anticuerpo anti-TPO es más decisivo en el diagnóstico y seguimiento de las enfermedades de tiroiditis. Los niveles altos de anticuerpos indican que la tiroiditis reaparecerá en el futuro y aumentará el riesgo de hipotiroidismo. Se debe considerar el linfoma de la glándula tiroides con niveles muy altos de anti-TPO.

Tiroglobulina (Tg) y Anti Tg

Tg y anti-Tg se utilizan en el seguimiento de los cánceres papilares de tiroides. Ambas son mediciones de laboratorio muy valiosas en el seguimiento del cáncer. El anti-Tg no es tan valioso como el anti-TPO en el diagnóstico de tiroiditis.

La medición de Tg se utiliza para distinguir el hipertiroidismo causado por la ingesta excesiva de hormona tiroidea externa (tirotoxicosis facticia) de otros tipos de bocio tóxico.

Anticuerpo receptor de TSH

Se utiliza para el diagnóstico de la enfermedad de Graves (bocio tóxico). Si los hallazgos clínicos (como ojos saltones) son suficientes, no es necesario comprobar este anticuerpo. El efecto del tratamiento farmacológico en la enfermedad de Graves se puede predecir comprobando el anticuerpo del receptor de TSH. Si hay una disminución de los anticuerpos durante el tratamiento de la enfermedad de Graves, indica que será menos probable que la enfermedad reaparezca. Sin embargo, también hay pacientes de Graves que recaen a pesar de que sus anticuerpos disminuyen.

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