Algunas situaciones y comportamientos que las familias a veces tienen dificultades para afrontar y manejar pueden ocurrir en diversas áreas de la vida. Cuando se examinan las etapas del desarrollo psicosocial, especialmente en el período preescolar, es posible encontrar algunos comportamientos específicos de la edad. Para ganar independencia entre los 1,5 y los 3 años es posible encontrar comportamientos como mostrar cosas que uno puede hacer por sí solo, intentar hacer cosas por sí solo sin pedir ayuda y verse obligado. Durante este tiempo, el niño hace un esfuerzo por controlar su propio cuerpo y sus movimientos. Quiere hacer nuevos experimentos y puede rechazar su ayuda porque quiere lograrlo él mismo. En esta etapa, si se fomentan de manera segura los experimentos apropiados para su edad y se le da espacio al niño, esto contribuirá positivamente a la disposición del niño a experimentar nuevas experiencias en edades posteriores. De lo contrario, el niño puede sentirse inadecuado y empezar a dudar de sus propias capacidades. A menos que reciba el apoyo que espera respecto a lo que va a hacer, puede expresar emociones diferentes. Siguiendo este proceso, entre los 3 y 6 años, el niño comienza a experimentar lo que puede hacer como individuo. La curiosidad pasa a primer plano. Intenta alcanzar algunas metas y objetivos. Continúa entendiendo diferentes roles y experimentando con esos roles realizando juegos de roles. Cuando intentan lograr algunas cosas que antes no podían hacer por sí solos, su confianza en sí mismos se ve respaldada por el placer de ello. Por ejemplo, el niño ahora intenta encontrarse con otros niños cuando va al parque. Si la familia apoya esta situación, el niño ganará confianza en sí mismo en cuanto a habilidades sociales. La iniciativa será apoyada dentro de las metas y objetivos. Sin embargo, si la familia lo impide y se acerca con una actitud del tipo 'no hables con otros niños extranjeros en el parque', pueden entrar en juego sentimientos como vergüenza o culpa y evitar tomar la iniciativa. Por lo tanto, cuando el niño no es apoyado y animado adecuadamente en las dos etapas mencionadas anteriormente, o en ocasiones intenta hacer cosas peligrosas que no son apropiadas para su edad (que en ocasiones puede ser para llamar la atención, es importante distinguir bien para determinar la reacción apropiada), se sentirá obstaculizado y experimentará dudas y culpa. puede sentir felicidad. A veces, las conductas desafiantes, como superar el obstáculo en lo que están tratando de hacer o intentar persistentemente algo que no está permitido, pueden aparecer como parte de la situación de desarrollo experimentada en el proceso.
Sin embargo, pedir insistentemente algo o que las solicitudes sean aceptadas por la fuerza y la insistencia, puede convertirse en un patrón constante en algunas familias. Aquí, la respuesta coherente de la familia a estas solicitudes en el marco de sus propias reglas es uno de los factores que más incide en este proceso. Porque a medida que surgen incertidumbres, el niño se da cuenta de las situaciones que a la familia le cuesta gestionar y puede convertir esto en una oportunidad para cumplir sus propios deseos. A veces puede superar los límites de la insistencia aferrándose al hecho de que sus deseos se hacen realidad como resultado de la insistencia.
Especialmente en esta situación;
*cuando los padres están ocupados,
*cuando está hablando por teléfono,
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*necesita enviar correos electrónicos,
*está tratando de organizarse situaciones relacionadas con el trabajo,
*están en un ambiente lleno de gente,
*están en casa. Puede ocurrir con frecuencia en momentos como en un entorno regulatorio o de alojamiento invitado.
Como se acaba de mencionar, los niños tienen una idea de en qué situación sus padres tienen dificultades y se dan por vencidos, y pueden elegir un comportamiento en consecuencia y expresar persistentemente sus deseos. en situaciones de mucha actividad.
Estas solicitudes a veces pueden ser solicitudes de tiempo adicional de TV, tableta y teléfono que normalmente no está permitido en ese momento y, a veces, puede haber otras situaciones que sean no está permitido en ese momento según las reglas familiares.
ENTONCES, ¿QUÉ ES APROPIADO HACER?
*Las reglas familiares se determinan de antemano y, cuando sea necesario, se utilizan imágenes o escritos adecuados a la edad del niño. Se puede concretar con (se puede utilizar como recordatorio cuando sea necesario).
*Se puede utilizar en ese momento determinando un símbolo, signo o palabra a utilizar cuando te pide algo en una situación estancada (para que el niño pueda escuchar lo que dice). Se da cuenta de que está siendo escuchado, pero necesita esperar un poco para recibir esta petición).
*Después de la situación de insistencia encontrada, se tranquilo y abierto a la comunicación. Hablar con el niño claramente, compartir sus sentimientos, explicarle el problema de manera clara sin confundirlo contribuirá positivamente a su comunicación y relación en el futuro, y podrá tener la oportunidad de crear una estrategia para el futuro con respecto a la situación. .
** No hay que olvidar que permitir estas exigencias unas veces y otras no es expresión de inconsistencia, y más adelante puede intentar apoderarse de la situación. oportunidad que tiene en algunos momentos aumentando la intensidad de su insistencia. Por tanto, siguiendo los puntos anteriores, comprender las emociones del niño, proporcionarle marcos comportamentales adecuados y darle espacio para expresar sus deseos en los momentos adecuados hará que sea más fácil afrontarlo. Planificar actividades divertidas será útil para los niños que a veces no pueden mantenerse ocupados debido a su edad o al entorno en el que viven y hacen exigencias persistentes.
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