¿Por qué sufrimos por amor?

El amor es un concepto complejo que tiene dimensiones biológicas y psicológicas además de emocionales... Todos hemos tenido una experiencia de amor y todos hemos interpretado esta experiencia a nuestra manera. Por eso el amor nunca puede definirse completamente. Por mucho que el amor nos haga felices, su pérdida puede causar dolor. Este dolor a veces puede volverse insoportable y deprimir a la persona. Pero ¿por qué nos hace tan felices su existencia? ¿Y por qué su ausencia causa tanto dolor? La respuesta a esta pregunta no es inusual, de hecho está biológicamente en nuestro cerebro, socialmente en nuestras necesidades y psicológicamente en nuestras experiencias tempranas de la vida...

En cuanto a la dimensión biológica del amor, es decir, dónde se experimenta en nuestro cuerpo; Aunque en el lenguaje popular generalmente se identifica el amor con el corazón, el amor, como todas las demás emociones, se experimenta en el cerebro. Las sustancias químicas y hormonas del cerebro nos permiten experimentar el amor. Intentaré explicar el amor simplemente con dopamina. El amor muchas veces crea en nosotros sentimientos de euforia debido a una felicidad indescriptible. Y las áreas del cerebro que se activan en respuesta a estos sentimientos románticos son en gran medida comunes con las áreas del cerebro asociadas con la recompensa, el deseo, la adicción o la dopamina. En otras palabras, la dopamina tiene un efecto gratificante y de bienestar. Sorprendentemente, las mismas regiones se activan cuando se consume cocaína y sustancias similares.

    Pero como mencioné al principio, el amor no es un concepto que sólo pueda explicarse biológicamente. También es necesario abordarlo social y psicológicamente. En este punto podemos hablar de la necesidad de amar y ser amado. Es una necesidad justificada que el ser humano necesita desde el nacimiento hasta la muerte. Esta es una maravillosa medicina diseñada para saber que alguien te ama, incluso sin necesitarlo. Por eso la satisfacción con la vida es mucho mayor en las relaciones bilaterales basadas en el amor. Y cuando estamos abandonados, la privación de esta necesidad, es decir, la pérdida del efecto de bienestar del sistema dopaminérgico, arrastra a la persona a la tristeza y provoca síntomas de abstinencia, como en la adicción a sustancias.

 

    Lo último de lo que quiero hablar es, por supuesto, del nacimiento. Es nuestro proceso de aprendizaje el que comienza. Considerando que el mayor contacto es con el cuidador, Podemos exagerar el papel del prestamista tanto como sea posible. El vínculo que establecemos con él y ellos está íntimamente relacionado con cómo mantendremos nuestras relaciones a lo largo de nuestra vida. Los patrones de relación que formamos a través del aprendizaje temprano siempre estarán con nosotros y darán forma a nuestras vidas a menos que nos demos cuenta de ellos. Si el dolor del amor te resulta insoportable, te recomiendo que navegues por tu subconsciente y busques ayuda de un experto para proceder de la manera correcta.

 

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