Aunque el embarazo es un proceso normal para la mujer, es un período muy especial tanto por los cambios que genera en el cuerpo como por los cambios emocionales que genera en la madre. Por supuesto, la nutrición de esta época tan especial que trae tantos cambios debe ser especial.
Durante el embarazo, las mujeres adquieren algunos hábitos alimentarios erróneos pensando en la salud del bebé. A veces el entorno también influye en estos errores. Por ejemplo: “Sois dos criaturas, debéis comer por dos”. Las personas que conocen intentan constantemente que coman algo diciéndoles... Llevar una dieta limitada por miedo a ganar peso también es uno de los errores nutricionales que se cometen. Es importante que la madre tenga una nutrición adecuada y equilibrada para que el bebé nazca sano. En otras palabras, tanto la desnutrición como la sobrenutrición durante el embarazo perjudican a la madre y al bebé. Debido a la desnutrición, la madre puede experimentar pérdida de peso, anemia, caries, osteomalacia y puede aumentar el riesgo de dar a luz a un bebé con bajo peso al nacer o diversos problemas de salud. El aumento excesivo de peso durante el embarazo puede provocar situaciones de riesgo para la madre y el bebé, como cesárea, retraso en la fecha del parto y aspiración de meconio en el bebé (conocido popularmente como el bebé traga heces en el útero).
Durante el embarazo, la necesidad aumenta a medida que el bebé obtiene sus necesidades de la madre. Sin embargo, durante los 3 primeros meses de embarazo, que llamamos 1er trimestre, las necesidades del bebé son mínimas y este periodo puede completarse sin engordar. Especialmente durante este período, no debes intentar forzarte a comer demasiado. En los siguientes periodos se deben ingerir más calorías además de la nutrición normal. Es suficiente que una persona de peso normal gane entre 11,5 y 14 kg durante el embarazo, para una persona de bajo peso entre 12,5 y 18 kg, para una persona con sobrepeso entre 7 y 11,5 kg y para una persona obesa entre 5 y 9 kg. p>
Las mujeres embarazadas pueden preferir utilizar suplementos vitamínicos directamente, pensando que es mejor. Ningún suplemento puede sustituir la nutrición y nuestra prioridad debe ser la nutrición natural. Sin embargo, es posible que sea necesario complementar nutrientes importantes como el ácido fólico, el hierro y el omega 3 bajo la supervisión de un médico o dietista.
Uno de los errores que se cometen durante el embarazo es intentar cubrir las necesidades de líquidos con líquidos distintos al agua. nuestro cuerpo El nutriente que mejor cubre las necesidades de líquidos es el agua. Especialmente no se deben dar preferencia a los zumos de frutas ya preparados ni a las bebidas ácidas. Consumir la propia fruta en lugar de zumo de fruta recién exprimido permite consumir menos calorías y es más saludable.
Las tartas, postres, bollería y frituras a base de harina blanca y azúcar son alimentos que se consumen en exceso durante el embarazo . Estos alimentos ricos en calorías y poco saludables se consumen en exceso con pensamientos como “estoy embarazada, quiero comer, necesito comer”. Lo correcto es consumir estos alimentos con la menor frecuencia y en pequeñas cantidades y crear una mesa variada y colorida. Uno de los errores que se cometen durante el embarazo es llevar un solo tipo de dieta o consumir sólo determinados alimentos. El cuerpo también puede obtener las vitaminas y minerales necesarios a través de la diversidad nutricional. En la dieta diaria de una mujer embarazada, una media de 2-3 vasos de leche/yogur + 2 lonchas de queso + 3-4 raciones de carnes + 1 ración de huevo/legumbres secas + 6-7 raciones de frutas/verduras + 4-6 rebanadas de pan + 1 ración de arroz/pasta (
Para no provocar pérdidas de vitaminas y minerales no se debe verter el agua hirviendo de verduras y legumbres.
Las comidas se pueden preparar como se desee, pero no es preferible freírlas. En su lugar, se deben utilizar métodos de asado, horneado y hervido.
Las mujeres embarazadas generalmente son conscientes de los alimentos que contienen cafeína, como el té y el café, pero aún así me resulta útil recordárselo. El café debe limitarse a 1 o 2 tazas al día. La cafeína consumida en cantidades excesivas puede afectar negativamente a la salud del bebé y provocar problemas como parto prematuro o bajo peso al nacer. Además, no hay que olvidar que beber té y café con las comidas afecta negativamente a la absorción del hierro. Se puede beber aproximadamente 1 hora después de las comidas. Para aumentar la absorción de hierro, es adecuado consumir frutas que contengan vitamina C con las comidas.
De esta forma, comas lo que comas durante el embarazo y la lactancia, tu bebé se alimentará con ello. Por eso, para que tu bebé esté sano, primero debes comer sano. Tenga siempre en cuenta que es necesario actuar con conciencia de una nutrición adecuada y equilibrada para bebés sanos.
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