Obstrucción del conducto lagrimal en niños

La obstrucción del conducto lagrimal es uno de los problemas comunes en los bebés. Se observa en entre el 6% y el 20% de los recién nacidos. Aunque suele resolverse espontáneamente, la obstrucción del conducto lagrimal persiste en algunos bebés. Las lágrimas secretadas por las glándulas lagrimales sirven para mantener el ojo constantemente húmedo. Las lágrimas que han hecho su trabajo son bombeadas hacia la nariz a través de dos orificios ubicados en los párpados superior e inferior cerca de la nariz, justo al lado del resorte ocular. Si te miras atentamente en el espejo, podrás ver agujeros del tamaño de un alfiler. Las lágrimas que pasan a través de estos orificios, llamados "punctum" (que significa punto), se dirigen a dos conductos lagrimales en los párpados superior e inferior. Estos conductos desembocan en el saco lagrimal.

Mientras el bebé crece en el útero, la parte del conducto lagrimal que se abre hacia la nariz está cubierta con una membrana. Esta membrana se abre espontáneamente cerca del nacimiento. No abrir esta membrana es una de las causas de las obstrucciones del conducto lagrimal. Esta condición puede afectar ambos ojos. Mientras esta membrana esté bloqueada, las lágrimas pueden pasar desde el punto lagrimal a los conductos, pero no pueden pasar a la nariz. Podemos comparar esto con un fregadero con el desagüe obstruido. El agua fluye continuamente del grifo, pero debido a que el orificio del fregadero está obstruido, el agua se desborda. En un conducto lagrimal obstruido, las lágrimas corren por la mejilla del niño. También es común que las pestañas se queden rebajadas y pegadas. Así como el agua estancada y que no fluye se ensucia muy rápidamente, cuando el conducto lagrimal se bloquea, las bacterias crecen en las lágrimas y se produce una infección. El estallido indica la presencia de infección. El ojo, uno de nuestros valiosos órganos, está constantemente expuesto a infecciones.

TRATAMIENTO

En la mayoría de los bebés con conductos lagrimales bloqueados, esta situación puede mejorar con el tiempo. En primer lugar, es necesario combatir la infección. Se puede esperar que el conducto lagrimal se abra espontáneamente con el tiempo. Al tratamiento también se le debe añadir el masaje mecánico con los dedos para abrir el canal. De esta manera, el pus o la mezcla de lágrimas y pus exprimidos bajo el dedo pueden forzar y abrir mecánicamente la membrana al final del canal. Si esto sucede, las lágrimas dejan de salir del ojo.

Sin embargo, algunos bebés no abren a pesar de los intentos de masaje y si se produce una infección. Si es demasiado grave, no sería correcto esperar. Si este tratamiento falla, es necesario abrir el canal aplicando un catéter. Esto puede tener mucho éxito en manos competentes, especialmente siempre que no supere el año de edad, y puede tener éxito en tasas de hasta el 95-98%. Debido al efecto de que la obstrucción se vuelve crónica, la tasa de éxito de los intentos de sondeo después de un año de edad disminuye.

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