El cáncer es el problema de salud que amenaza la vida más importante en el mundo después de las enfermedades cardíacas, y la lucha contra el cáncer comienza con las precauciones que se deben tomar antes de que ocurra la enfermedad. Los más importantes son el trío de vida activa, control del estrés y nutrición saludable. La regla en una alimentación saludable es consumir una proporción equilibrada de cada grupo de alimentos. En este punto se llama la atención sobre la importancia de las vitaminas A, B, C, D y E. Prof. Asociado del Departamento de Oncología Médica. Dr. Ahmet Şiyar Ekinci dio información sobre 5 vitaminas que tienen funciones muy importantes en la lucha contra el cáncer.
Vitamina A, que reduce el efecto de los carcinógenos
Verde y verduras y frutas de color amarillo.Contiene "carotenoides", que son los precursores de la vitamina A. Estos tienen fuertes propiedades antioxidantes y se convierten en vitamina A en el cuerpo. Alimentos como el hígado, la grasa láctea y la yema de huevo son ricos en carotenoides, que contienen vitamina A. Con estas propiedades, brinda protección contra el cáncer al reducir los efectos de las sustancias cancerígenas.
Vitamina B, que fortalece el sistema inmunológico
La presencia de vitamina B en cantidades suficientes en el organismo es muy importante a la hora de fortalecer el sistema inmunológico . Un fuerte sistema de defensa del cuerpo protege contra muchas enfermedades, incluido el cáncer. Las carnes rojas, el pescado, el hígado, la leche, los huevos, la soja, las espinacas, los tomates, las setas, las plantas de hojas verdes y las legumbres son ricos en vitamina B.
Con sus propiedades regeneradoras del organismo Vitamina C
La vitamina C fortalece el sistema inmunológico, aumenta la producción de colágeno y asegura la regeneración de la piel, cartílagos, tendones, ligamentos y vasos sanguíneos. La deficiencia de vitamina C puede provocar enfermedades graves como enfermedades cardíacas, artritis y cáncer. Con esta característica, la vitamina C puede neutralizar las sustancias cancerígenas que ingresan al cuerpo y crear un escudo contra el cáncer. La vitamina C se encuentra principalmente en frutas y verduras frescas. Alimentos ricos en vitamina C: rosa mosqueta, perejil, berro, rúcula, otras verduras de hoja verde, coliflor, pimiento verde, cítricos, tomates, fresas y patatas.
Vitamina D, que fortalece los huesos p>
La presencia de cantidades suficientes de vitamina D en el cuerpo se asocia con el riesgo de cáncer de mama y colon. Reduce la piel. Se encuentra en pequeñas cantidades en el hígado, la yema de huevo, la leche y los productos lácteos. La necesidad de vitamina D no puede satisfacerse adecuadamente con la nutrición diaria. En este sentido, la mejor fuente de vitamina D es el sol. La exposición regular a la luz solar ayuda a formar vitamina D en el material precursor de la piel y a satisfacer la cantidad que el cuerpo necesita. Sin embargo, la exposición excesiva y prolongada a la luz solar provoca daños en la piel. En este caso se pierde el efecto de la vitamina D y se desencadena el riesgo de sufrir cáncer de piel. Aprovechar el sol de forma controlada asegura la formación suficiente de vitamina D en el organismo. También reduce el riesgo de cáncer de huesos al aumentar la cantidad de calcio en el cuerpo.
Vitamina E, que protege las células sanas.
Con su efecto antioxidante La vitamina E protege las células sanas del cuerpo de la destrucción de los radicales libres y tiene propiedades protectoras contra los efectos irritantes. Fortalece el sistema inmunológico y hace que el cuerpo sea resistente a virus y bacterias. Interactúa con las células y lleva a cabo funciones importantes del cuerpo. Al reducir los efectos de las sustancias tóxicas, previene la oxidación de grasas y células con sus fuertes propiedades antioxidantes. Se encuentra en diversos alimentos, especialmente en aceites vegetales, verduras de hojas verdes, cereales integrales, frutos secos como las avellanas y los cacahuetes y legumbres secas.
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