En mi artículo anterior hablé de nuestros esquemas, que los esquemas son nuestras estructuras mentales, que en realidad están destinados a hacernos la vida más fácil, pero que con el tiempo pueden obstaculizarnos debido a sus estructuras rígidas y difíciles de cambiar. , y di algunos ejemplos sobre esto. Esta semana, echemos un vistazo a cómo pueden surgir los diagramas. Podemos decir que los esquemas surgen cuando las necesidades básicas se satisfacen o no de manera adecuada durante la niñez y la adolescencia, y en la edad adulta, su capacidad para satisfacer o no satisfacer sus necesidades básicas en un nivel adecuado afecta sus elecciones, relaciones, éxitos o fracasos, y objetivos. Algunas de las necesidades básicas que inciden en la formación de esquemas son las siguientes:
Apego: Es la relación que inicialmente se desarrolla entre el bebé y la madre o cuidador al satisfacer adecuadamente las necesidades del bebé. Si las necesidades del bebé no se satisfacen adecuadamente, no se puede desarrollar un apego seguro con la madre o el cuidador. Sólo si se cumple adecuadamente, se puede desarrollar un apego seguro. Si bien al principio la percepción del mundo que tiene el bebé se limita a su madre o su cuidador, gradualmente se expande y generaliza el modelo de apego que desarrolló con su madre a sus relaciones en el mundo exterior. Él dice: "Sí, estoy en un lugar seguro" o "No, no estoy en un lugar seguro". En este punto, se ha formado un esquema. Este esquema describe su vida adulta, relaciones, matrimonio, etc.
Pertenencia: Esta es nuevamente una de las necesidades de la infancia y la adolescencia. Es la necesidad de pertenecer a una familia, de pertenecer a un grupo, de ser poseído y poseído. Para ello deben existir características como intereses similares, pensamientos similares, comportamientos o emociones similares, comprender y ser comprendido, para que el niño o adolescente pueda sentir que pertenece allí.
Autopercepción: Nuevamente en la infancia. Esta percepción, cuyos cimientos se establecieron en la década de 1960, en realidad comienza a desarrollarse con comportamientos como el de la madre que establece contacto visual con su bebé, lo toca y le sonríe. El bebé puede desarrollar la percepción de "Sí, soy amado" o "No, no soy lo suficientemente amado". La presencia de otros hermanos también es importante durante estos periodos. O � Palabras dirigidas al niño o adolescente, expresiones negativas como “eres un fracaso, estás gorda, eres estúpido, torpe, qué estúpido eres, eres un idiota” o expresiones positivas como “confío en ti, creo que estáis decididos a este respecto" también son muy importantes. De hecho se produce una autopercepción positiva o una autopercepción negativa.
Libertad: Es la libertad de movimiento y la libertad de expresar necesidades y sentimientos. Mientras una persona pueda expresarse, se sentirá libre y podrá responsabilizarse de ello. Esto puede ser posible estableciendo límites correctamente durante la infancia y la adolescencia y creando una estructura democrática dentro de la familia. De lo contrario, el niño o adolescente se sentirá obstaculizado.
Competencia: El sentimiento de sentirse competente en lo que se hace o al pensar en hacer algo se desarrolla y madura a partir de la niñez y la adolescencia. Apoyar adecuadamente al niño y al adolescente y permanecer en un segundo plano cuando hay situaciones que hay que afrontar y superar también reforzará el sentimiento de competencia. En lugar de decirle a un niño que quiere abrir un frasco: "No puedes hacer eso, déjalo ir, se romperá en tus manos, ya verás", se crea un sentido de competencia al decir: "Puedes hacerlo". inténtalo si quieres”, pero manteniéndolo bajo control.
Espontaneidad y Juego: Nuevamente, durante la infancia, el juego es parte y sentido de la vida del niño. Es un lugar donde se puede expresar lo que surge de forma natural, sin artificios. Este patio de juegos donde puede expresarse espontáneamente le permite darse sentido a sí mismo y al mundo. Hay una especie de significado en la vida en el juego, y esta es una necesidad importante.
Límites y autocontrol: debe haber suficientes límites. No tener ningún límite hace que Al niño le resulta difícil percibir el mundo y entenderse a sí mismo. Puede impedirle sentirse seguro. Además, debe aprender habilidades de autogestión y aprender a controlar sus necesidades de acuerdo con su edad. A la edad adecuada, debe decidir cuándo tiene hambre y cuándo necesita ir al baño, para poder controlar sus otros impulsos en otras etapas de su vida. Decidir de forma saludable qué hacer y cómo hacerlo y hacer preguntas al respecto.
Estas necesidades básicas deben satisfacerse de forma saludable para que una persona se realice a sí misma, es decir, revele su esencia interior. Cada necesidad básica que no puede satisfacerse crea sus propias áreas problemáticas, es decir, áreas de esquema. En este caso, afecta negativamente a nuestra vida y en ocasiones puede que ni siquiera seamos conscientes de ello.
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