La curvatura del pene puede ser congénita o aparecer más tarde. Las curvaturas congénitas se denominan "curvatura congénita del pene". Las curvaturas congénitas pueden ir acompañadas de hipospadias o epispadias, que es la apertura del tracto urinario en el lugar equivocado. En este caso, el proceso de corrección incluirá no sólo la curvatura sino también la corrección del orificio de micción y su traslado al lugar adecuado.
Las curvaturas del pene, que ocurren más tarde y se denominan "enfermedad de Peyronie", Generalmente se ven entre las edades de 40 y 60 años. El motivo no se sabe exactamente. Aunque se han planteado diferentes teorías sobre el motivo de su formación, ninguna de ellas ha sido aceptada definitivamente.
La curvatura congénita del pene se corrige quirúrgicamente durante la adolescencia. El procedimiento generalmente se realiza en condiciones de quirófano con anestesia desde la cintura. La cirugía finaliza en menos de una hora.
La enfermedad de Peyronie se divide en dos periodos: aguda y crónica. La fase aguda suele abarcar los primeros 6 meses de la enfermedad y suele ir acompañada de dolor. El periodo en el que el calcio se acumula en el tejido y no hay dolor, pero sí curvatura y toma su forma definitiva, es el periodo crónico.
El tratamiento se divide en dos: tratamiento quirúrgico y no quirúrgico (conservador). Se deben aplicar tratamientos conservadores en pacientes cuyo estado general no sea apto para la cirugía o que no acepten la cirugía. Se deben utilizar dispositivos de tracción y vacío del pene para eliminar la deformidad y alargar el pene. Las fuentes no recomiendan otros tratamientos.
El tratamiento quirúrgico debe realizarse después de al menos 3 meses de período estable de la enfermedad si las relaciones sexuales se ven afectadas por la deformidad. El tratamiento quirúrgico no es la opción adecuada durante los períodos dolorosos. Antes del tratamiento se debe evaluar la longitud del pene, la función eréctil, el grado de curvatura y las expectativas del paciente. Se debe informar adecuadamente al paciente sobre las complicaciones posteriores al tratamiento quirúrgico. Si el paciente además presenta disfunción eréctil que no responde al tratamiento farmacológico, se debe realizar el implante de una prótesis de pene.
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