También definimos la psoriasis como una enfermedad inflamatoria inmunomediada. Es una de las enfermedades inflamatorias de la piel más comunes. Ocurre con factores desencadenantes en personas con predisposición genética. Hay muchos tipos clínicamente diferentes. Puede comenzar desde cualquier parte de la piel o las uñas. Las lesiones típicas se presentan en forma de placas ligeramente elevadas y claramente delimitadas sobre una superficie enrojecida, cubiertas con caspa suelta, blanca o plateada y nacarada.
En las personas con piel sana, la capa superior de la piel tarda 28 días en desprenderse y en la capa inferior se desarrollan nuevas células. Sin embargo, en la psoriasis, este ciclo se acorta 8 veces lo normal. Y disminuye la diferenciación de las células de la capa superior, que llamamos queratinocitos. Las células viejas de la piel comienzan a acumularse. Esta acumulación la vemos en forma de caspa blanca o costras. Además, también se observa eritema o enrojecimiento en la piel debido a la inflamación provocada por el sistema inmunológico sobreestimulado.
Para poder curar esta inflamación, primero debemos curar sus causas.
Cuando analizamos los motivos que desencadenan la inflamación,
En primer lugar, la presencia de una flora intestinal desequilibrada facilita esta situación.
La formación de intestino permeable y el desarrollo de sensibilidad alimentaria estimulan el sistema inmunológico.
Algunas infecciones crónicas latentes en el cuerpo (infecciones estreptocócicas y estafilocócicas)
Alta exposición a toxinas ambientales y acumulación de metales pesados
Hábitos alimentarios inflamatorios, aumento de la La carga de toxinas y la acidez y las deficiencias de micronutrientes vitamínicos y minerales estimulan la inmunidad.
Por lo tanto, el enfoque principal en el tratamiento debe ser establecer hábitos nutricionales antiinflamatorios.
Debemos cuidar de consumir los grupos de alimentos en su forma más natural. Debemos comer muchas verduras y frutas de temporada prestando atención al control de las porciones. Debemos consumir aceites vegetales prensados en frío, ricos en frutos secos y vegetales crudos, pero consumir proteínas animales en pequeñas cantidades, a intervalos y con variedad.
Tu nutrición diaria Podemos añadir especias como el zumaque, el clavo y la cúrcuma, que tienen altas propiedades antioxidantes.
Nunca debes consumir productos preparados, endulzados ni grasas trans.
Masticando pequeñas cantidades y de forma minuciosa, evitarás el desarrollo de problemas digestivos.
Se debe beber agua de calidad y en cantidad suficiente.
Cuando realizas 2 comidas al día y completas el contenido de tus comidas a partir de estos grupos de alimentos, acelerarás tu recuperación manteniendo bajo control la insulina, una hormona proinflamatoria.
Si tienes intestino permeable y sensibilidad alimentaria, podemos reparar el epitelio intestinal y equilibrar la flora no consumiendo grupos de alimentos que contengan gluten, productos lácteos y lectinas durante al menos 6-8 semanas.
Incluimos las vitaminas, minerales o grupos de alimentos que necesitas en tu dieta para reducir la inflamación, aumentar la capacidad antioxidante y apoyar los sistemas detox.
Si hay acumulación de metales pesados en el organismo, aseguramos su excreción de forma controlada.
Dado que la hormona cortisol secretada bajo estrés, al igual que la insulina, es una hormona inflamatoria, aprender a manejar el estrés y activar el sistema parasimpático que cura el cuerpo con ejercicios y técnicas de relajación adecuados para usted es muy importante para acelerar la recuperación.
Es muy importante utilizar cosmética natural en lugar de productos que contienen químicos que dañan la piel y apoyar la piel con aceites de aromaterapia que reparan y estructuran la piel.
Cuando se adquiere una nutrición y unos hábitos de vida adecuados, se aprende a gestionar el estrés y a tratar la piel, es posible curar la psoriasis como otras enfermedades crónicas, aunque es una enfermedad heredada genéticamente.
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