El miedo y la ansiedad son emociones que nos ayudan a sobrevivir, nos motivan y también determinan nuestros límites. Por ejemplo, si vemos un león que viene hacia nosotros, nos asustamos. Nuestro cuerpo comienza a reaccionar intensamente y nos incita a salir corriendo. El propósito del miedo es mantenernos vivos. La ansiedad nos ayuda a anticipar los peligros y tomar medidas. El objetivo es proteger a la persona de situaciones que le resultará difícil afrontar, es decir, prevenir daños desde una perspectiva fisiológica. Una cierta cantidad de ansiedad incluso nos permite crecer y movernos. Por ejemplo, si un estudiante que tiene un examen no tiene preocupaciones sobre aprobarlo, entonces no tendrá una fuente de motivación para estudiar para aprobar el examen y no estudiará para el examen.
Entonces ¿Por qué algunos de nosotros tenemos una ansiedad intensa, mientras que otros nos preocupamos menos?
Cada experiencia que tenemos a lo largo de nuestra vida queda registrada en nuestro mundo interior y gobierna involuntariamente nuestras reacciones hacia las personas que encontramos. Al observar lo que sucedió en el entorno en el que estábamos cuando éramos bebés, aprendemos qué emociones se aceptan, qué formas de comunicación se prefieren, cómo debemos hablar, comportarnos e incluso sentir, imitando y repitiendo lo que vemos en la familia. . Desde la infancia, nuestro cerebro registra muchos recuerdos e información, pero ni siquiera somos conscientes de su impacto en nosotros. Sin embargo, nuestros recuerdos, especialmente aquellos en los que experimentamos angustia emocional, quedan grabados en nuestra mente y pueden emerger fuera de nuestro control. Por ejemplo, sabemos conscientemente que nuestra relación debe terminar y que la persona con la que estamos no es adecuada para nosotros, pero incluso la idea de romper puede ponernos extremadamente ansiosos. Nuevamente, aunque sabemos que estar solo en casa no es realmente un problema y que muchas personas no tienen miedo de estar solos en casa, es posible que ni siquiera podamos soportar la idea y nos pongamos muy ansiosos. Básicamente, muchas de nuestras emociones y comportamientos que nos impiden sentirnos felices, tranquilos, cómodos y libres provienen de nuestras experiencias pasadas registradas en nuestro inconsciente y, a menudo, no las recordamos.
Por ejemplo, reaccionar de forma exagerada ante Sonidos repentinos y ruidos fuertes continuos y duraderos. Recordó que mientras trabajaba con un cliente que tenía dificultades en la escuela, se le atascó la cabeza en la reja de una ventana cuando era muy pequeño y, después de horas de esfuerzo, logró escapar cortando el hierro con una sierra eléctrica. La incomodidad que sintió cuando escuchó el fuerte ruido fue la misma sensación de miedo e incomodidad que experimentó en este incidente. El fuerte sonido hizo que se volviera a experimentar la emoción actual. Por lo tanto, los ruidos fuertes y repentinos lo asustaban y lo enojaban.
Aunque no seamos conscientes de ello, en realidad experimentamos estas y conexiones similares todo el tiempo. Estas conexiones forman la base de lo que nos gusta, nos disgusta, irritamos y odiamos en nosotros mismos y en las personas que nos rodean.
¿Cómo funciona EMDR en la ansiedad?
Es importante comprender la causa de los problemas. Sin embargo, este es sólo el primer paso para eliminar nuestros problemas. La terapia EMDR permite el reprocesamiento de recuerdos pasados e inacabados activando el sistema de procesamiento de información del cerebro. Así, la información inútil e incorrecta se reemplaza por información útil y correcta y se almacena de esta manera en nuestra memoria. Hay situaciones en las que cada persona sufre. Sin embargo, si nuestro dolor continúa incluso después de que haya pasado mucho tiempo, o si experimentamos una ansiedad intensa, entonces este recuerdo continúa existiendo vívidamente dentro de nosotros. Porque nuestras mentes en realidad están programadas para olvidar. Si describimos esta situación físicamente, por ejemplo, cuando nos cortan el brazo, al principio duele mucho, luego poco a poco se forma una costra, el dolor comienza a disminuir, luego dependiendo del tamaño de la herida, queda una cicatriz o Desaparece por completo, pero aunque quede una cicatriz, no nos duele cuando la tocamos. Nuestras experiencias también son así. Una vez finalizado el evento, experimentamos nuestras emociones, continuamos nuestra vida aprendiendo lo que tenemos que aprender y nuestras experiencias negativas no nos molestan. Si esto no sucede, entonces este recuerdo no se procesa en nuestra memoria. Procesar este recuerdo nos ayuda a deshacernos de la emoción angustiosa.
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