Cada uno de nosotros siente ansiedad debido a la epidemia de Covid-19 que ha afectado recientemente a nuestro mundo. ¿Nuestras vidas volverán a estar en orden, le pasará algo a mis seres queridos, seré capaz de salir de esta situación, seremos capaces de hacer frente a nuestro trabajo, qué pasará con el colegio de los niños... Muchas otras incertidumbres como Esto nos empuja al regazo de sentimientos como la ansiedad, la depresión y la preocupación. Entonces, ¿la fuente de los miedos que desarrollamos contra todas las negatividades que ocupan nuestras mentes es pura "ansiedad"?
La ansiedad es una reacción psicológica y física de una persona ante una situación aterradora o amenazante. Toda persona experimenta varios de estos síntomas en algún momento de su vida. Cuando estos síntomas comienzan a afectar significativamente la vida y alterar la vida diaria, significa que se han convertido en un trastorno. Síntomas emocionales como miedo, pánico, inquietud, impotencia; Tiene muchos otros síntomas fisiológicos como palpitaciones, debilidad, dificultad para respirar, dolor abdominal y sudoración. Sin embargo, la ansiedad es una parte natural de nuestras vidas. Podemos mostrar estos síntomas mientras nos preparamos para un examen, intentamos llegar al trabajo o pensamos en temas relacionados con la salud, la familia o la vida hogareña. En este caso, podemos decir que no todos los síntomas que mostramos en las circunstancias en las que nos encontramos indican que nuestra ansiedad ha alcanzado el nivel de malestar.
A medida que aumenta la incertidumbre que sentimos sobre nuestras vidas, nuestras hormonas del estrés aumentan. puede aumentar y nuestro control sobre nuestros nervios puede disminuir. Además, podemos tener problemas para concentrarnos en el trabajo que tenemos que hacer en casa o tener dificultades de memoria. Podemos estar comiendo aunque no tengamos hambre, como un mecanismo de defensa que podemos llamar alimentación emocional, que utilizamos para alejarnos de momentos de estrés. Sin embargo, todas estas formaciones son normales en este período.
Entonces, ¿qué debemos hacer? En primer lugar debemos aceptar que la ansiedad que nos provoca la situación en la que nos encontramos es hasta cierto punto normal. Lo importante es evitar los excesos y cuidar al máximo nuestra higiene. Debemos evitar que el estrés que llevamos dentro que intenta dirigirnos haga que nos lavemos las manos cada cinco minutos, y continuar con nuestra rutina asegurándonos de que cumplimos con las condiciones necesarias. Algunos efectos fisiológicos provocados por el miedo y la ansiedad. Para combatir el calor, podemos crear un área de pasatiempos sociales en casa y concentrarnos en las cosas que disfrutamos hacer. Hacer deporte, pintar, meditar, probar recetas no probadas, completar tareas aplazadas... En lugar de sentirte atrapado; Si podemos ver este tiempo como una oportunidad para hacer muchas cosas que queremos hacer pero no podemos hacer, podremos superar nuestra ansiedad.
No debemos olvidar eso; La medicina de una persona es, ante todo, ella misma. Puedes alcanzar tu verdadero yo y descubrir cosas nuevas. No es demasiado tarde para aprovechar este tiempo.
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