Podemos definir la emoción como cambios psicofisiológicos que ocurren como resultado de la comunicación del individuo con el entorno y otras personas. Damasio define la emoción como un conjunto de cambios que ocurren tanto en el cerebro como en el cuerpo, muchas veces desencadenados por un contenido mental específico. Con base en esto podemos afirmar que la emoción se activa por un contenido mental, es decir, el pensamiento y las emociones nos afectan mental, psicológicamente e incluso fisiológicamente. Según Damasio, el sentimiento es la conciencia de los cambios creados por las emociones.
Las emociones se dividen en emociones primarias y emociones secundarias. Las emociones primarias dependen de estados biológicos y físicos. Según los investigadores, la mayoría de las emociones activadas por el sistema límbico del cerebro se heredan. Estas emociones primarias también son activadas por el sistema límbico y son innatas. Imagina un animal de aspecto agresivo corriendo hacia ti. Cuando te encuentras con esta situación, tu primera reacción es miedo. Esta reacción de miedo es nuestra emoción primaria y está directamente relacionada con el instinto de supervivencia.
Enmascaramos estas emociones primarias con nuestras emociones secundarias. ¿Cuáles son entonces estas emociones secundarias? A las emociones secundarias las podemos llamar emociones adultas. Las emociones secundarias se forman como resultado de las experiencias. Mientras que las emociones primarias se activan desde las partes evolutivamente más antiguas del cerebro, las emociones secundarias se activan desde áreas evolutivamente posteriores, como la corteza prefrontal. Por eso las reacciones ante un evento son tan diferentes. La razón de esto es que esa experiencia activa las experiencias previamente interiorizadas de la persona y crea emociones que pueden variar de persona a persona. Mientras que las emociones primarias ocurren automáticamente en respuesta a situaciones, las emociones secundarias son emociones sociales aprendidas.
Después de obtener información breve sobre las emociones, veamos cómo podemos usar las emociones como una herramienta para el cambio. Las relaciones cercanas (relaciones con familiares, amigos, parejas, etc.) son la fuente más adecuada para comprender la vida y los procesos emocionales de las personas. Una persona abre su mundo de emociones a sus seres más cercanos, y los problemas vividos en estas relaciones están relacionados tanto con la dinámica interna de las personas como con su derecho a experimentar, expresar y sentir sus emociones. Proporciona información muy importante a la otra parte.
Podemos utilizar nuestras emociones como guía en un camino más profundo, tanto en nuestra propia dinámica interna como en las relaciones con la otra parte. Por ejemplo, digamos que te quejas de que tu pareja está constantemente enojada. La ira es un estado emocional muy fácil de entender y relativamente más fácil de observar desde fuera. Si ves que la verdadera emoción que subyace a este enfado es el miedo al abandono o la necesidad de ser amado, tu perspectiva sobre tu pareja cambiará y podrás desarrollar diferentes mecanismos de afrontamiento con tu pareja ante esta situación, que tiene un alto potencial para crear problemas en su relación. Las investigaciones muestran que una comprensión intelectual y emocional de la dinámica de las relaciones, de la dinámica personal y de la pareja, conduce a nuevas respuestas en la relación y permite cambios en los patrones que se utilizan constantemente para resolver el problema existente.
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Recuerde que las relaciones interpersonales El propósito del sistema o del yo no es permanecer igual; Es cambiar y desarrollar a la persona de la manera que mejor se adapte a ella.
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