De acuerdo con la regla 50 por 50, que es ampliamente aceptada entre los terapeutas matrimoniales y sexuales y respaldada por investigaciones, aproximadamente el cincuenta por ciento de los problemas matrimoniales surgen de problemas sexuales, y aproximadamente el cincuenta por ciento de los problemas sexuales surgen de problemas matrimoniales. En ocasiones, un problema sexual preexistente persiste debido a factores negativos en el matrimonio (por ejemplo, la eyaculación precoz o el vaginismo preexistente no mejora en un matrimonio problemático).
La desgana sexual es una de las Los problemas maritales más comunes tanto para hombres como para mujeres. Es un trastorno altamente interactivo. Los problemas de orgasmo y la disfunción eréctil que ocurren debido a relaciones sexuales dolorosas o al miedo al fracaso son otras disfunciones sexuales que se encuentran comúnmente en el matrimonio.
Viejos reproches y resentimientos, ira reprimida, lucha de poder, pérdida de confianza, no ser tomado en serio (solo me quieres en la cama), castigo, sobreprotección, adicción (relación madre-hijo), problemas posparto, disgusto por los métodos anticonceptivos, falta de atención al cuidado físico, comunicación estilo madre-hijo, padre-hija y razones similares son factores matrimoniales que frecuentemente interactúan con la sexualidad.
Para dar un ejemplo de la interacción anterior, sabotear la sexualidad del otro cónyuge (consciente o inconscientemente) puede ser la única victoria lograda, especialmente si hay un cónyuge dominante en todos los aspectos del matrimonio. A veces, una sola frase que le dices a tu pareja sin darte cuenta hace que tu pareja pierda la confianza y evite la sexualidad por miedo al fracaso.
Por otro lado, la monotonía, el afecto excesivo, el contacto frecuente y el contacto emocional excesivo reducen el deseo sexual. La incertidumbre, la excitación y las fantasías pueden estimular la sexualidad. Es importante recordar de vez en cuando la siguiente frase de Esther Perel; “No hay democracia en la cama”.
Resolver todo tipo de problemas sexuales en el matrimonio es fácil si hay cooperación con el cónyuge. Si no hay cooperación, primero serían adecuadas algunas sesiones de terapia de pareja. En una buena relación, la solución al vaginismo, las desganas sexuales, la disfunción eréctil psicológica, la eyaculación precoz y los problemas de orgasmo es mucho más fácil de lo que crees. La formación en comunicación, la educación sexual y las técnicas de terapia sexual se tratan con estándares muy similares en las mejores clínicas del mundo. Por lo tanto, antes de que los problemas se agraven, Antes de que se acabe el respeto y el amor, te recomiendo que busques el apoyo de un buen especialista en terapia matrimonial y sexual
Mantente saludable y feliz
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