La forma más importante de ser feliz en el matrimonio es darse cuenta de los errores de la pareja y actuar en consecuencia, y no interrumpir la comunicación pase lo que pase. Las parejas no deben exagerar demasiado el mal comportamiento de cada uno y deben ser tolerantes y constructivos el uno con el otro. Una persona debe poder expresar sus sentimientos negativos para solucionar el problema sin utilizar un lenguaje acusatorio y sin buscar venganza revelando sus defectos. Por supuesto, no sólo se deben expresar los aspectos negativos sino también los positivos para que el otro pueda ver que son apreciados.
Las parejas pueden empatizar entre sí, es decir, ponerse en el lugar de su pareja. En un momento en que el negocio de su esposa va mal, es natural que el otro cónyuge se muestre un poco indiferente hacia él. Es decir, “¿Cómo me sentiría si estuviera en su lugar?” Las familias felices están formadas por aquellos que pueden hacer la pregunta y actuar en consecuencia... En las relaciones felices, las parejas a veces realizan actividades que disfrutan juntos y otras veces realizan actividades que los harán felices individualmente.
No debería pensar que debería hacerlo. Lo amo mucho. En las relaciones, una persona debe expresar su amor tanto con acciones como con palabras. El deseo de amar incondicionalmente por parte de una pareja es un error. Sólo nuestra madre puede amarnos incondicionalmente. “Mi esposa debería saber qué hacer y cómo actuar para hacerme feliz. No se debe pensar que debe conocer mis necesidades sin decírmelo y satisfacerlas. Una persona no puede conocer las expectativas de su cónyuge, sólo puede adivinarlas. Nuestra pareja no está obligada a hacernos sentir bien. Una persona tiene oportunidades de hacerse feliz individualmente. Ser feliz y sentirse bien es responsabilidad de uno mismo.
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