La comparación es básicamente un método inútil que utilizamos para motivar a la otra persona y, lamentablemente, es un error que la mayoría de las personas comete con frecuencia en la vida diaria. Padres que comparan a sus hijos con los hijos de otras personas o incluso con otros hermanos. Cónyuges que comparan a sus cónyuges con el cónyuge de otra persona. Gerentes que comparan a sus empleados con otro empleado o con empleados de una empresa rival.
Entonces, ¿cómo hace sentir/pensar a la gente la comparación? Hay dos consecuencias al hacer comparaciones;
Daño oculto
En este caso, la persona comparada puede volverse realmente ambiciosa y superar a la persona designada como su rival. Entonces, ¿qué pasa después? Muestras a alguien más como tu rival y él/ella lo superará. Entonces sigue así. Esto puede parecer un buen método desde fuera, pero hay otra cara de la moneda. Una persona puede sentirse incapaz si hay alguien a quien constantemente intenta superar y cada vez que logra la meta se fija una nueva meta. La idea de éxito de esa persona ya no es llegar al punto que quiere y sueña, sino simplemente superar a otra persona. Este pensamiento distorsionado se extiende a todos los aspectos de su vida. Se enoja cuando alguien lo adelanta en el tráfico, no acepta la derrota cuando juega con alguien y, en etapas posteriores, esto lo perturba tanto que puede recurrir a métodos deshonestos y hacer trampa para ganar.
contraproducente
La persona que es sometida a comparación piensa que no puedo superarla ni ser mejor que ella y desiste incluso de intentarlo. O, si pensamos que puede sentirse enojado con la persona que lo compara, es posible que no realice el comportamiento deseado por despecho. Este comportamiento puede causar ira y un sentimiento de insuficiencia en la persona, causando problemas mayores en el futuro.
Entonces, ¿qué se debe hacer?
Comparar con tú mismo. Motívelos mostrándoles ejemplos de cosas que hayan logrado antes. La solución es así de simple...
Como puedes ver, los errores más pequeños cometidos en la edad en que se desarrolla la personalidad pueden causar daño, incluso si son bien intencionados. Especialmente los padres tienen mucho que hacer en este momento. Por favor críen a sus hijos conscientemente. Levantemos generaciones que se preocupen por la razón, la ciencia y el arte. Mantente bien.
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