La cleptomanía pertenece al grupo de los trastornos de los impulsos. Esta enfermedad es la incapacidad de evitar el deseo de robar objetos que no tienen valor monetario, a pesar de que la persona tiene una necesidad. Es muy importante la concienciación sobre esta enfermedad. En general, los familiares de personas con la enfermedad del robo pueden tardar algún tiempo en darse cuenta de esta enfermedad. Porque una persona tiene que comprar objetos que no necesita ni utilizará, en lugar de comprar cosas materiales que tengan valor monetario, por lo que su entorno puede perder tiempo en notar esta situación. Una persona que tiene un impulso irrefrenable de robar suele tener los medios económicos para comprar el objeto que roba. Son conscientes de ello, pero no pueden impedirlo por sí mismos. Como resultado, adoptan conductas de evitación para prevenir este impulso incontrolable. Intentan prevenir esta situación restringiendo sus entornos sociales o no acudiendo a centros comerciales y tiendas.
¿Es posible tratarlo?
La cleptomanía es un trastorno de los impulsos que puede tratarse. Sin embargo, en el panorama general, hay personas que se avergüenzan de esta situación o que no saben que esta condición es una enfermedad, por lo que tienen pocas ganas de recibir tratamiento y poca aceptación de la situación. El reconocimiento de la situación por parte de la persona y la aceptación de su enfermedad tiene un lugar importante en el proceso de tratamiento. Lo importante en el tratamiento es identificar las razones subyacentes y que respaldan este impulso de robar, y luego comenzar el tratamiento después de comprender el grado del acto de robar. Cleptomanía; Con frecuencia se puede observar junto con trastornos alimentarios, depresión, tricotillamanía (enfermedad que arranca el pelo) y trastornos de ansiedad. En el tratamiento se aplica terapia cognitivo conductual y se obtienen resultados positivos.
¿Cuáles son los motivos?
El estrés es una causa muy eficaz de clepteomanía. Sin embargo, aparte del factor estrés, las personas que no han recibido suficiente amor y atención de sus padres desde la infancia, las personas que tienen un círculo social limitado, la idea de no ser amados y aceptados por su entorno, las personas que experimentan frecuentes fracasos. en sus vidas, personas que se sienten solas en este sistema, personas que no pertenecen a un determinado grupo, el pensamiento y la verdad pueden provocar que las personas tengan ganas de robar. Porque la persona experimenta una intensa ansiedad ante el acto de robar. Siente excitación y excitación, y una intensa felicidad y placer durante el acto de jugar. En otras palabras, dado que la persona puede proporcionar los sentimientos y pensamientos que no puede proporcionar en su vida, en el acto de robar, la conducta de robar se refuerza y se vuelve incapaz de controlarla. Se debe buscar apoyo psicológico profesional sin perder tiempo.
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