¿Podría mi hijo tener trastorno por déficit de atención e hiperactividad?

Siempre está cometiendo pequeños errores, para ser honesto, es muy inteligente, no hay nada que no pueda hacer si se concentra, no puede quedarse quieto, se mueve constantemente de un lugar a otro como si estuviera atrapado con un motor. , la verdad lo hemos mimado mucho, no nos escucha a propósito, deberíamos dejarlo tranquilo, yo también cuando era pequeña, yo era así….

Hacer ¿Te suenan estas frases? Quién sabe, tal vez lo haya usado con su propio hijo o haya oído hablar de él a su círculo cercano. Pero, ¿qué pasa si su hijo tiene un trastorno por déficit de atención e hiperactividad? ¿Has pensado? Es útil saber que el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad no es una condición que pueda desaparecer a medida que crecemos o que podamos describir como un comportamiento malcriado. También es un problema que no debe confundirse con el comportamiento de niños traviesos o desinteresados. El trastorno por déficit de atención e hiperactividad es un trastorno que comienza en la niñez y puede continuar hasta la edad adulta, con una tasa de prevalencia de hasta el 5-7% en la población. Es un trastorno neuropsiquiátrico y del comportamiento que no está causado por las actitudes de los padres o profesores. Si bien el déficit de atención puede observarse solo en algunos niños, el déficit de atención es un problema que acompaña a los niños con trastorno de hiperactividad. Es útil conocer las principales características de estos niños con las que no se deben confundir. En niños con Déficit de Atención; "Los principales problemas son cometer errores simples constantemente, perder detalles, no poder concentrarse durante mucho tiempo, evitar tareas que requieren habilidades académicas, tener problemas para organizarse, perder pertenencias constantemente, ser recordado frecuentemente por ser olvidadizo, tener dificultades para seguir instrucciones, y parece no escuchar." Pero en niños con hiperactividad; "estar en constante movimiento, no poder permanecer mucho tiempo sentado en el mismo lugar, ser generalmente etiquetado como travieso, no poder jugar tranquilamente, tener dificultades para jugar con sus compañeros, estar en movimiento como si estuviera escalando una pared lisa como si el motor estuviera atascado, interviniendo cuando los demás han terminado de hablar, hablando mucho, o requiriendo espera o Fallo en las habilidades académicas por problemas con las tareas en orden, pararse frecuentemente durante el proceso de tarea, poner excusas e impulsividad. Estos y otros problemas similares incluyen el déficit de atención y el trastorno de hiperactividad. Estos pueden describirse como los principales problemas que encuentran con frecuencia los niños con trastorno electrónico. Sin embargo, estos criterios a veces se confunden con factores como la actitud familiar y el estilo educativo, la interacción con los pares y la crianza, y conductas problemáticas que ocurren como resultado de que el niño no sigue las reglas. Tanto es así que estos niños son considerados traviesos y no pueden beneficiarse de los programas de intervención temprana, lo que les hace afrontar mayores consecuencias negativas en el futuro.

Entonces, ¿qué debo hacer? Casi todos los padres no quieren creer que su hijo se enfrenta a un problema neuropsiquiátrico. Por este motivo, es más probable que los problemas encontrados desaparezcan con el tiempo o que sean causados ​​por una situación diferente. Esto provoca retrasos en la intervención temprana que se le puede proporcionar al niño. Las madres, padres y maestros no tienen la responsabilidad de hacer un diagnóstico sobre el niño, pero es importante que el niño sea diagnosticado correctamente y reciba los tratamientos adecuados como resultado de la observación de los problemas enumerados anteriormente. Para evitar que ocurran problemas prevenibles, todas las intervenciones educativas y médicas deben implementarse de manera efectiva desde el momento en que se detecta el problema. Para lograrlo, es necesario consultar primero a expertos en la materia.

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad es un trastorno que puede tratarse con un diagnóstico preciso y adecuado realizado por expertos en la materia. Los métodos de tratamiento que se pueden aplicar varían según la edad, el nivel de desarrollo y el nivel de gravedad del individuo. Además de utilizar tratamientos farmacológicos cuando sea necesario, el apoyo educativo es excelente.

 

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