Cuando un niño no puede concentrarse y no puede permanecer donde debería estar, lo primero que viene a la mente es si puede ser hiperactivo. Esta es una suposición común, pero hay otros factores a considerar. Porque esta situación puede ser más comprensible en comparación con la de sus compañeros.
Un niño puede tardar un tiempo inusualmente largo en terminar sus estudios en el aula. Tal vez cuando el maestro lo llame, parezca como si lo estuviera escuchando por primera vez. O puede que no lo haga cuando le den instrucciones o incluso que olvide qué hacer. El resultado más común es la pérdida de la tarea.
Todos los niños, especialmente aquellos en la primera infancia, tienen una capacidad de atención más corta que los adultos y son propensos a distraerse. Algunos niños pueden tener más problemas para concentrarse que otros.
Dado que la dificultad para concentrarse se asocia comúnmente con la hiperactividad, es normal que los maestros, padres y profesionales sospechen que esto es lo primero que sospechan los maestros, padres y profesionales. . Sin embargo, debe haber más de una razón además de estas. Todas estas razones por sí solas no son suficientes.
Algunas razones que pueden causar que un niño tenga dificultades para prestar atención en la escuela pueden ser:
1 . Ansiedad por separación
Un niño que no parece concentrarse en la escuela puede tener algunas preocupaciones que sus maestros (o incluso sus padres) no conocen. Un niño con ansiedad por separación, en particular, puede no ser capaz de concentrarse en las tareas escolares y le preocupa que algo malo les pase a sus padres cuando estén lejos de ellos.
2. Miedo a cometer errores
Algunos niños están extremadamente preocupados por cometer errores o avergonzarse. Por eso intentan esconderse cuando el profesor los llama. Es posible que miren hacia abajo y pretendan estar escribiendo algo, incluso si en realidad no están escribiendo nada. Para evitar las cosas que les preocupan. intentan parecerse a flechas.
3. Perfeccionismo
A veces, cuando un niño tarda demasiado en terminar su trabajo en clase, puede ser porque está luchando contra el perfeccionismo. Puede escudriñar para evitar la idea de que no es lo suficientemente bueno si intenta hacer su trabajo a la perfección o si no entrega su tarea.
4. Obsesión - trastorno obsesivo-compulsivo
El TOC, que suele comenzar en los años de escuela primaria, es una causa importante de distracción. Es posible que estos niños no sólo tengan pensamientos obsesivos, sino que también se fuercen sin motivo alguno, realizando rituales sin razón para evitar que sucedan cosas malas. Sienten que todo estará bien cuando lo fuercen o realicen ese ritual. En este caso, provoca distracciones y dificultades relacionadas en la gestión del tiempo. Por ejemplo; Un niño puede verse obligado a ordenar cosas en su escritorio y puede estar contando mentalmente mientras las clasifica. O puede que esté concentrado en tener que ir al baño a lavarse las manos. O puede que necesite arreglar algo constantemente. Estos estudiantes pueden hacer todo lo posible para ocultar sus compulsiones mientras están en la escuela. Para un maestro o un adulto que no es consciente del TOC, la distracción puede parecer TDAH, pero no lo es.
5. Trauma
Los niños también pueden experimentar falta de atención cuando se ven afectados por un trauma. Después de un evento o un período traumático de larga duración, la mente del niño puede estar constantemente en ese evento o período. Esta situación va acompañada de descuido y estrés. Esta falta de atención puede confundirse con hiperactividad
6. Problemas de aprendizaje
Algunos niños pueden sentirse avergonzados de no poder hacer lo que otros niños pueden hacer y tratan de ocultar este hecho. Otros pueden intentar compensarlo trabajando más duro para cubrir su discapacidad de aprendizaje. Por ejemplo; Un niño que no es bueno en matemáticas. Es posible que eviten hacer los deberes y se preocupen por las distracciones. Incluso si lee un libro, es posible que no entienda el libro que está leyendo, por lo que se interesa en otras cosas. Alguien puede pensar en un problema de aprendizaje como hiperactividad.
En resumen, el diagnóstico de TDAH (Hiperactividad) no debe hacerse sólo después de una discusión con el informe de un profesor, un pediatra, o un diagnóstico de alguien en quien usted confía.
Para un diagnóstico preciso, la observación a largo plazo sería apropiada, recopilando información de algunas personas que observan al niño, incluidos padres y maestros. Se debe pedir a los padres y profesores que completen una escala de calificación para una evaluación precisa de la frecuencia de los síntomas. El comportamiento debe continuar durante un largo período de tiempo y observarse en más de un entorno, por ejemplo, tanto en casa como en la escuela. También es importante comparar la capacidad de atención de un niño con la de otros de su edad, no con la de todos los demás de su clase.
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