SÍNDROME ANTIFOSFOLÍPIDO

No todos los embarazos pueden tener como resultado un parto saludable y algunos pueden sufrir un aborto espontáneo. Los abortos espontáneos recurrentes pueden tener muchas causas diferentes. Entre estas razones también pueden estar las enfermedades reumáticas. El síndrome antifosfolípido es una de las causas de abortos espontáneos recurrentes en mujeres embarazadas. Una parte importante de estos pacientes son derivados al departamento de "Reumatología" por ginecólogos y obstetras debido a abortos espontáneos recurrentes.

Se debe considerar el síndrome antifosfolípido en presencia de abortos espontáneos recurrentes y/u oclusiones vasculares recurrentes.

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Síndrome antifosfolípido: en ocasiones se presenta como una sola enfermedad (primaria), o en ocasiones acompañada de una enfermedad reumatológica como el lupus eritematoso sistémico (secundaria). El diagnóstico es generalmente más fácil en el síndrome antifosfolípido que acompaña a las enfermedades reumáticas. Sin embargo, en pacientes que no se acompañan de otra enfermedad reumática el diagnóstico puede retrasarse un poco más. Las oclusiones vasculares recurrentes previas en estos pacientes son una pista muy importante. Por ejemplo, si el paciente desarrolló una obstrucción en las venas del pie hace seis meses, esto es de gran importancia para el diagnóstico. O los abortos espontáneos recurrentes previos de la paciente, la presión arterial alta durante el embarazo, la presión arterial alta y las convulsiones sugieren síndrome antifosfolípido. Para hacer un diagnóstico no basta con tener hallazgos como aborto espontáneo u oclusión vascular. Además, las pruebas determinadas para esta enfermedad deben ser positivas. Además, también se deben evaluar los cambios en algunas pruebas de laboratorio que puedan observarse durante la enfermedad.

En resumen, para el diagnóstico del síndrome antifosfolípido, se consideran los hallazgos de la paciente como aborto espontáneo y/u oclusión vascular, así como así como la positividad de las pruebas de laboratorio determinadas para la enfermedad. Si existe otra enfermedad reumática subyacente, además de su tratamiento se utilizan fármacos anticoagulantes.

No hay que olvidar que las quejas y pruebas de laboratorio de cada paciente pueden variar de forma individual. Respecto a esta condición, el tratamiento de cada paciente puede variar de forma individual. Por tanto, diagnóstico, tratamiento y seguimiento del síndrome antifosfolípido. El seguimiento periódico por parte de un reumatólogo de medicina interna es muy importante en el diagnóstico.

 

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