Irritabilidad en los niños

Uno de los problemas con los que las familias tienen dificultades es el comportamiento agresivo de sus hijos. El comportamiento irritable, que suele comenzar alrededor de los 2 o 3 años, persiste durante muchos años a menos que se tomen precauciones. Mal carácter; Se manifiesta con comportamientos como ira, insistencia, terquedad, insistencia, comportamiento agresivo, daño, ataques de llanto, desafío y negativa a ceder. Ante este tipo de conductas, los padres deben actuar de forma conjunta y evitar situaciones y discursos que refuercen la conducta que consideran incorrecta en el niño. Por ejemplo; Los niños que hablan groseramente a una edad temprana no deben ser motivo de risa o deben mantenerse alejados de declaraciones que apoyen comportamientos como "Es joven, dejémosle hacer lo que quiera". A cada comportamiento en el que el niño no se comporta correctamente se le debe explicar por qué no es correcto y se le deben explicar las consecuencias si este comportamiento continúa.

Una de las razones más importantes de la La continuación o aparición de una conducta combativa en los niños es que las respuestas de la madre y del padre son diferentes entre sí, es que es inconsistente. Cuando uno de los padres dice "no" y el otro dice "sí", el niño no puede desarrollar un comportamiento saludable, cree que alguien de la familia lo apoyará en su comportamiento incorrecto y continúa con el comportamiento. Por lo tanto, los padres primero deben revisar sus actitudes hacia el niño y cambiar las actitudes problemáticas. En este proceso, se recomienda que los miembros de la familia no se culpen entre sí y afronten el problema de manera constructiva.

Uno de los factores que hace que los problemas de conducta en los niños se refuercen y continúen son los mayores de la familia (abuela, abuela, abuelo, etc.). En los casos en que se encuentren problemas de conducta inevitables, los ancianos de la familia deben prestar atención al hecho de que no deben comportarse de manera que vaya más allá de los límites de la madre y el padre. Por ejemplo; Mientras que la madre y el padre le enseñan al niño que está mal lastimar a sus amigos, el abuelo no debe hablar a favor de golpear. De lo contrario, el niño no escucha a sus padres e ignora sus reglas. Cuando no se comporta correctamente, confía en que hay personas que lo apoyarán y continúa exhibiendo un comportamiento incorrecto. Sería difícil romper este ciclo. A. La madre y el padre deben establecer bien los límites y actuar en consecuencia, y los mayores de la familia no deben ir más allá de las reglas establecidas por sus padres. Aquí también son importantes las reglas establecidas para el niño. Las reglas en las que sólo se priorizan los sentimientos de la madre y el padre, existe una estructura autoritaria y se ignoran los sentimientos del niño hacen que el niño se rebele y muestre un comportamiento belicoso.

Cuando los niños se comportan de manera irritable, a veces las familias no pueden controla la situación y se enoja con el niño. Se producen conductas de culpar y gritar. Enfadarse o culpar al niño no ayuda a que éste comprenda mejor la situación, al contrario, hace que se refuerce la conducta. Cuando te encuentres en una situación así, debes mantener la calma y no ser terco con el niño. Puede explicar el comportamiento inapropiado, pero la explicación no debe ser tan larga que confunda al niño o lo distraiga del tema. Se deben utilizar expresiones claras y comprensibles.

La confianza en sí mismo del niño, que es descrito como combativo por su familia y su entorno, está rota, se culpa a sí mismo y se considera inadecuado en comparación con otros niños. Por esta razón, cuando note que su hijo muestra un comportamiento irritable, obtener el apoyo de expertos en salud mental infantil para ayudarlo a superar el proceso ayudará a su hijo a resolver este problema de una manera saludable.

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