El cuadro clínico observado en las lesiones de la médula espinal depende del tipo y nivel del traumatismo. Si bien todas las funciones por debajo del nivel de la lesión se pierden en las lesiones completas, las lesiones parciales, que tienen un mejor pronóstico, se han vuelto más comunes gracias a la concienciación de los equipos de traumatología de emergencia.
Aproximadamente el 80% de los pacientes con lesiones de la médula espinal son pacientes varones. El rango de edad más común es el de 16 a 30 años. Si analizamos las causas de aparición, los accidentes automovilísticos ocupan el primer lugar con un 44%. Le siguen las agresiones con un 24%, las caídas con un 22%, las lesiones deportivas con un 8% y otros motivos con un 2%.
El 85% de los pacientes que sobreviven las primeras 24 horas pueden sobrevivir 10 años después. Si bien las causas más comunes de muerte solían ser la insuficiencia renal, hoy en día son causas relacionadas con el sistema respiratorio.
FUNTO DEL TRATAMIENTO
Realizar un correcto diagnóstico es la clave del tratamiento. Es necesario prevenir situaciones que puedan causar un mayor deterioro de la condición neurológica y prevenir traumas adicionales que puedan ser causados por insuficiencia del sistema cardiovascular o respiratorio.
CLÍNICA
Las condiciones que ocurren en las lesiones de la médula espinal hay lesiones completas (incisión) y lesiones parciales. Aparecen como lesiones (incisión).
Diagnóstico y planificación del tratamiento:
El diagnóstico se realiza primero con la información y el examen obtenidos. del paciente o de sus familiares. Una vez corregidas las funciones vitales del paciente, como la respiración y la circulación, se deben investigar los traumatismos craneales y las lesiones de órganos internos que puedan ser de vital importancia. Luego se puede realizar un examen radiológico.
Tratamiento quirúrgico: el beneficio de la cirugía de emergencia cuando no hay una presión evidente sobre el canal es controvertido. La cirugía de emergencia se puede realizar en casos de compresión radicular, luxaciones facetarias, estenosis severa del canal y presencia de un cuerpo extraño. En los casos en los que estos no estén presentes (movilidad anormal de la estructura ósea de la columna), la cirugía debe realizarse una vez corregido el estado general del paciente.
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