3 reglas simples para ser feliz

Ser feliz... Puedes sentirte bombardeado de felicidad durante todo el día. Cuando entras a Instagram parece como si todo el mundo se estuviera divirtiendo, menos tú, y estuviera pasando los mejores momentos de sus vidas. Cuando inicias sesión en LinkedIn, todos reciben educación, celebran su nuevo éxito o hablan sobre ideas importantes que cambiarán la historia de la humanidad. Cuando entras en Twitter, escribes sobre todo tipo de problemas, dificultades y negatividades, así como sobre lo que alguien consigue trabajando mientras tú duermes y por qué nunca puedes competir con ellos en el mismo carril. Después de todo esto, es muy probable que te sientas agotado, derrotado y cansado. Por otro lado, es como si un grupo de personas en secreto te estuvieran diciendo constantemente que tienes que ser feliz. "¡Vamos, puedes hacerlo! ¡Solo pregunta y sé feliz! ellos dicen. Lo quieres pero todavía no funciona. Te culpas por no poder ser feliz esta vez. Entonces, ¿hay alguna forma científica de mejorar un día que ha ido tan mal? Por supuesto que sí.

1. Olvídate del perfeccionismo.

Todo el mundo quiere ser perfecto. El cónyuge, amigo, empleado, amigo, conductor o socio perfecto. ¿Pero qué es esto perfecto? ¿Cómo llegamos a un acuerdo sobre una única perfección cuando todos pensamos de manera diferente incluso sobre las cosas más pequeñas de la naturaleza? ¿O podemos todos ser diferentes unos de otros? Para algunos ser perfecto es no cometer nunca errores, mientras que para otros puede ser predecir el futuro y resolver todo tipo de problemas de antemano. Por un lado, incluso un solo cabello en su rostro puede arruinar su perfección, por otro, una pequeña mentira puede acabar con todo. A veces nos obligamos a ser perfectos. A veces para tratar a los demás perfectamente. El deseo de algunos de nosotros de ser perfectos viene de dentro, y algunos lo sentimos bajo la presión de otra persona (madre, padre, jefe, sociedad, etc.). Pero una verdad es constante. Incluso si la idea de ser perfecto se convierte en una meta y te hace hacer un esfuerzo extra e incluso te funciona de vez en cuando, siempre afecta negativamente tu vida en el análisis final. Porque la perfección absoluta es una responsabilidad demasiado pesada para ponerla sobre los hombros de una persona. Por eso, al centrarse en los aspectos negativos de un mal día, resulta útil familiarizarse con la idea de "hacer las cosas" en lugar de "hacer las cosas perfectas". Sólo una mierda Cuando sientas la comodidad gratificante de hacer las cosas, podrás liberarte de la vergüenza y la culpa del perfeccionismo.

2. No evites a las personas.

Somos criaturas sociales. En la naturaleza, algunas criaturas siempre andan solas excepto para aparearse, mientras que otras están en grupos. Cuando examinamos todas las sociedades del mundo, queda bastante claro en qué categoría caemos. Sí, a veces otras personas pueden resultar molestas y dolor de cabeza. También es muy importante estar solo en esos momentos y disfrutar de la propia amistad. Sin embargo, si este estilo de vida ascético se vuelve cada vez más violento y se convierte en aislamiento social, esto nos lleva a una contradicción con nuestra naturaleza. Los estudios en el campo de la psicología revelan claramente los beneficios del tiempo que pasamos con otras personas. Esto no significa necesariamente estar en un ambiente abarrotado de gente. Cualquier persona que te entienda, te escuche y pueda descubrir nuevas experiencias juntos es suficiente para alegrarte el día. Hace que su próxima interacción sea más difícil y agotadora ya que evita conocer gente. En otras palabras, si dejas de reunirte con gente una vez y continúas con este aislamiento, con el tiempo te volverás más introvertido y te resultará más aterrador conocer gente. Si crees que tu ansiedad social imposibilita cualquier interacción, sería útil buscar ayuda de un psicólogo.

3. Sea indulgente consigo mismo y con los demás.

Todos cometemos errores. Algunos errores son grandes y otros son menores. Conceptos como vergüenza, culpa, remordimiento no siempre son malos. Una persona que comete un comportamiento incorrecto puede cambiar su comportamiento incorrecto al experimentar esos sentimientos. Es posible que sientas estos sentimientos si lastimas a otros mintiendo y te excluyen cuando lo dices. Sin embargo, si ha comenzado a cambiar los acontecimientos y a afectar positivamente tanto a usted como a su entorno, no tiene sentido continuar con las emociones negativas. Lo mismo incluye perdonar a las personas que te han hecho mal. Por ejemplo, en un estudio, a las personas se les presentaron dos escenarios en los que un colega los insultaba en el trabajo. En el escenario de un grupo, este colega fue perdonado y en el escenario de otro grupo, este colega fue perdonado. Se tomó venganza de este colega. Según los resultados de la investigación, las personas del grupo que perdonaron a la persona equivocada se sintieron mejor. Perdonar no ha hecho que sea más fácil aceptar a otra persona como ser humano y no ha preocupado la mente con más ira, rencor y odio. El perdón aumenta la autoestima y la salud psicológica, al tiempo que reduce los sentimientos hostiles, la ansiedad y el estrés.

En conclusión, si estás teniendo un mal día y quieres ser feliz, en lugar de simplemente querer ser feliz, puedes empezar por aflojar las cadenas y reglas que te imponen. restringirte. Si prestas atención, las 3 reglas anteriores incluyen áreas que están bajo tu control. Si nos preocupamos por cómo percibes el mundo y no por el comportamiento de otra persona, podemos recuperar el control de tus emociones. Es normal sentirse mal algunos días. Cada día que nos sentimos deprimidos o deprimidos no es un problema psicológico. Sin embargo, si el número de estos días va en aumento y hemos empezado a creer que no encontramos la manera de ser felices, podemos empezar por aplicar estos elementos.

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