Nutrición de verano

A medida que pasamos del invierno al verano, nuestro metabolismo, al igual que el clima, también necesita cambios. La primavera, que es una estación de transición, también puede traer consigo leves depresiones, dolores de cabeza, somnolencia y problemas de adaptación. Nuestro apetito también se ve afectado durante este período de tiempo. A medida que el clima se vuelve más cálido, es posible que necesitemos reemplazar nuestras comidas con alimentos más frescos y livianos. A medida que se acercan los meses de verano prestamos atención a lo que comemos y tratamos de no engordar. Lo que hay que tener en cuenta en este sentido es no descuidar una nutrición adecuada y equilibrada para que nuestra inmunidad no disminuya. Aquí te damos algunos consejos para empezar los meses de verano ligeros y saludables:

Aprovecha las verduras y frutas. Siempre puedes preparar platos de aceite de oliva con verduras ricas en vitaminas y minerales como guisantes, calabacines, alcachofas, habas, espárragos y verdolaga... Fortalece tu inmunidad y siéntete más ligero consumiéndolo por la noche. La ciruela verde, que casi todo el mundo disfruta en su infancia, es la única fruta que se puede consumir de forma ilimitada en las dietas, ya que casi no contiene azúcar. ¡Por supuesto, sin añadir sal! Las fresas también son frutas bajas en azúcar. Puedes conseguir un postre natural añadiendo 10-12 trozos de yogur en un bol de yogur durante la merienda.

Consume alimentos con bajo índice glucémico. Sería una opción más saludable elegir alimentos que aumenten el azúcar en sangre más lentamente, es decir, alimentos con un índice glucémico bajo, en lugar de alimentos que aumenten el azúcar en sangre rápidamente. Se deben consumir alimentos con un índice glucémico bajo, como pan integral, legumbres y bulgur, en lugar de carbohidratos simples, que aumentan y reducen el azúcar en sangre demasiado rápido. Se sabe que los alimentos con un índice glucémico bajo regulan la resistencia a la insulina, reducen el riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, y también ayudan en la pérdida de peso.

Ha comenzado la hora de caminar. Los meses de primavera y verano son las épocas ideales para paseos al aire libre tanto en Estambul como en nuestro país. Al lanzarnos a playas y arboledas con un clima agradable, podemos aumentar la secreción de nuestra hormona de la felicidad y ponernos en forma. No olvidemos que las grasas se descomponen más fácilmente al aire libre y el aire fresco fortalece nuestra inmunidad.

Batido inmunoestimulante: 1 vaso de kéfir, 1 cucharadita de miel, 1 � Licue una cucharadita de cúrcuma y 10 almendras en una licuadora y consúmala como merienda. De esta forma, te mantendrás lleno y fortalecerás tu inmunidad gracias a los probióticos y el zinc.

No alteres tu patrón de sueño: No te acuestes tarde y empieza el día temprano a la mañana. la mañana. Incluso si no consumes nada a altas horas de la noche, estar despierto dificulta la pérdida de peso porque reduce la liberación de hormonas cortisol y grelina. Las investigaciones muestran que dormir entre las 00:00 y las 04:00 ayuda a perder peso. Además, dado que la hormona de la felicidad se libera durante el sueño nocturno, hará que tu día sea más agradable.

No puedes prescindir de las proteínas: Consumiendo alimentos con alto contenido en proteínas tanto en el desayuno y la merienda te sentirás más en forma y lleno, podrás acelerar tu metabolismo. Consume huevos en el desayuno, un bol de yogur en cada comida y frutos secos (almendras, anacardos, nueces, etc.) en la merienda.

Aligera con agua: Beber agua limpia nuestra sangre y aporta vitalidad. Asegúrese de llevar agua en su escritorio, junto a su cama, en su automóvil y cuando salga a caminar. Manténgase alejado de las bebidas ácidas, carbonatadas y azucaradas. Puedes crear una mezcla agradable añadiendo hojas de menta fresca y rodajas de limón al agua.

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