Vivir con cáncer de próstata

El cáncer de próstata se puede erradicar completamente con tratamiento y retroceder parcialmente, como ocurre en algunos pacientes. Completar el tratamiento puede que te proporcione cierto alivio, pero es normal estar preocupado por la posibilidad de una recaída y este sentimiento siempre estará presente. Es importante hacer frente a estas ansiedades, aprender a vivir juntos y hacer un esfuerzo por volver a las rutinas normales de la vida después de que finalice el tratamiento o mientras esté en curso. Aprender a vivir con un cáncer que no desaparece es difícil y muy estresante. Puede ser necesaria una terapia hormonal y/o quimioterapia para ayudar a mantener la enfermedad bajo control durante el mayor tiempo posible. Los efectos secundarios de dichos tratamientos pueden afectar negativamente a la calidad de vida.

El cáncer de próstata tiene algunas diferencias con otros cánceres observados en el cuerpo. El cáncer de próstata es el tipo de cáncer más común observado en la población masculina, pero no es letal como otros cánceres. Solo podemos diagnosticar 1/5 de todos los cánceres de próstata, solo 1/5 de los pacientes que diagnosticamos y tratamos mueren de cáncer de próstata, por lo que puede ser necesario dividir los cánceres de próstata en dos categorías: clínicamente significativos e insignificantes.

Seguimiento y control en el cáncer de próstata

Aunque hayas completado el tratamiento, debes ser monitoreado de cerca y a intervalos regulares. Se requieren controles, por lo que es muy importante que asista a todas sus citas de seguimiento. Durante estos controles se le harán preguntas sobre cualquier problema que esté experimentando y se le solicitarán exámenes y pruebas de laboratorio y/o de imagen con fines de investigación sobre los efectos secundarios del cáncer o los tratamientos realizados. Algunos efectos secundarios del tratamiento pueden durar mucho tiempo o pueden ocurrir incluso años después de haber terminado el tratamiento. Es importante brindar información sobre nuevos síntomas en cada control, la aparición de algunos síntomas puede considerarse como un signo de recaída o mayor progresión de la enfermedad, o incluso un cáncer secundario.



En los controles de rutina, por lo general, si no le han extirpado la próstata, probablemente se realice un tacto rectal y análisis de PSA en sangre. La frecuencia de los controles y pruebas depende del estadio y el grado del cáncer y de la probabilidad de recurrencia. Generalmente alrededor de 6 meses durante los primeros 5 años después del tratamiento. Se recomienda realizar pruebas de PSA mensualmente y luego al menos una vez al año. También se pueden realizar exploraciones óseas u otras pruebas de imágenes, según su afección médica y sus síntomas.





Seguimiento y planificación de la vida diaria

Vivir con cáncer de próstata y planificación incluye:


¿Puedo reducir el riesgo de progresión y/o recurrencia del cáncer de próstata?

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