"Educación" de Todo...

En primer lugar, me gustaría informarles que este artículo no trata sobre qué debemos hacer ni cómo debemos hacerlo. Los puntos que tocaré son algunas de las actitudes que he observado dependiendo del proceso. No prefiero utilizar la palabra educación cuando se trata de nuestras necesidades básicas. Creo que nuestras necesidades naturales como comer, dormir e ir al baño necesitan apoyo, no educación, sino apoyo para que tu hijo se acostumbre, dependiendo del proceso de adaptación a medida que crezca. .

Dependiendo de nuestro reloj biológico y de nuestras necesidades, nuestro cuerpo naturalmente sabe exactamente qué hacer y cómo hacerlo, pero el desarrollo es un proceso dinámico que continúa durante toda nuestra vida. Para acostumbrarse al mundo, se le "entrena" a actuar según determinadas normas, y cuando se le obliga, esto se percibe como un problema. En este punto muchas veces tenemos dificultad para permanecer en la emoción. De nuestras emociones que nos hacen quienes somos... Cuando la palabra educación entra en juego, veo que los padres la perciben como un deber y muestran una intensa ansiedad, cansancio y procrastinación, especialmente durante la fase de implementación. Por este motivo, el proceso se vuelve muy desafiante para ambas partes, tanto el niño como el adulto. Por ejemplo, pensemos en esto: tu bebé necesita comer desde el momento en que nace. Pero en nuestro idioma no existe la "educación" alimentaria. No escucho a menudo a los padres decir: "Oh, ya casi es hora de comer, estoy muy estresado". Pero el "entrenamiento" del sueño es un concepto que acaba de pasar a primer plano y es una cuestión muy, muy importante. De hecho, es tan importante que aconsejamos a las familias que se someten a un proceso didáctico de entrenamiento del sueño, cuando el sueño de su hijo se interrumpa en la habitación y no pueda calmarse (naturalmente), esperen afuera 5 minutos y esperen hasta que su bebé se desmaya y se queda dormido porque sobreestimula su sistema nervioso en lugar de calmarse mientras llora y por periodos de tiempo más largos.Quiero decirte ¡no cumplas con este sistema que te impide acudir a él! (¿No es muy complicado? Sí, y es un proceso que también se siente muy complicado emocionalmente...)

La regulación de las emociones es un ámbito muy amplio. Uno de los subtítulos bajo este paraguas es "capacitaciones". Durante cada proceso, recuerda que tu hijo tiene emociones. No como educación y obligación, sino como tu experiencia y experiencia después de ti. Recuerda que lo estás transmitiendo a la próxima generación. Estás ahí para apoyar. Realmente, tu hijo te está mirando a los ojos. Incluso cuando crees que no te está mirando... Todo lo que espera es aceptación, amor y compasión incondicionales. Por lo tanto, como quien mejor conoce a su hijo, siempre que no se sienta bien, no crea que es suficiente, esté desesperado o ansioso, primero vuélvete hacia adentro. Ponte en contacto con tu niño interior. Piensa en las emociones de tu infancia, intenta imaginar el tiempo que pasaste con tu familia, siendo niño, la emoción de los juegos y de aprender algo nuevo, la felicidad de poder, el sentimiento de aprobación y aceptación. Se puede alcanzar un conocimiento técnico ilimitado, pero la conciencia emocional, permanecer en el momento y mirar hacia adentro son las bases que deben anteponerse a cualquier conocimiento técnico. Por lo tanto, apoyar las necesidades básicas no a través de la educación, sino abriendo la ventana de la emoción y la experiencia. Recuerda que somos humanos, somos únicos y sólo nos encontramos plenamente a través del vínculo de relación entre nosotros. Porque además de ser un individuo, el ser humano se nutre de vínculos relacionales; Este vínculo nos da energía vital. Sin alejarte de la emoción, acepta todos los procesos que se avecinan, espera con ilusión, acoge cada nueva etapa y continúa tu proceso mostrando compasión hacia ti mismo, tu hijo, tu familia, tu entorno, en definitiva, tus vínculos...

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