Una de las molestias más comunes durante la menopausia son los sofocos. La habitación en la que estás se siente caliente, tu cara y cuello empiezan a arder, y esta situación te perturba en todas las circunstancias. Este problema se puede solucionar médicamente aplicando un tratamiento adecuado para ti, pero es posible deshacerse de los sofocos con pequeños cambios en tu alimentación y vida diaria.
Intenta mantenerte alejado del estrés
Tanto los cambios hormonales como los motivos psicológicos afectan negativamente a las mujeres, y los sofocos se producen de forma indirecta. Caminar con regularidad, técnicas de respiración y dedicarse a un hobby serán cambios importantes que nos permitirán afrontar esta situación.
Aléjate del tabaco y del alcohol
fumar y el alcohol reducen la posibilidad de sufrir sofocos en tu metabolismo. Reduce las irregularidades en su funcionamiento reparándolas.
Deshacerse del exceso de peso< br /> Si su masa grasa aumenta, la temperatura corporal también aumentará y esto acelerará el estrés y los sofocos. La posibilidad de sufrir sofocos también es menor en las mujeres que pierden peso durante la menopausia.
Manténgase alejado de los alimentos picantes y picantes
Los alimentos picantes acelerarán los sofocos. Además, las comidas y bebidas calientes también contribuirán a ello. Comer comidas pequeñas y frecuentes reducirá el riesgo de formación de calor y sofocos causados por la digestión de los alimentos.
linaza, soja, salvia
Debido Debido a los fitoestrógenos que contiene, la linaza se recomienda para las mujeres, ya que puede equilibrar los estrógenos y reducir los sofocos. Asimismo, la soja puede ayudar al equilibrio de estrógenos en el cuerpo y prevenir los sofocos debido a los fitoestrógenos que contiene. La salvia también es una hierba muy útil para los sofocos debido a los fitoestrógenos que contiene.
Consumir alimentos rico en vitamina E< br /> La vitamina E reduce el riesgo de sofocos debido a su efecto antiinflamatorio. Almendras, avellanas, nueces, semillas, aceite de oliva, aceite de oliva, lechuga, menta, soja, perejil, espinacas y avena tienen un alto contenido en vitamina E
Leer: 0