Efectos de la familia en el individuo

Siendo la familia la institución social más pequeña que conforma la sociedad, el camino seguido por la familia en cuanto a la educación del niño es muy importante para la formación de sociedades saludables. La actitud y las acciones de la familia hacia la educación están determinadas por los valores y normas de la cultura en la que viven. Cada familia, ya sea perteneciente a una cultura rural o urbana, tiene una posición en la sociedad. Esta posición social afecta naturalmente al entorno educativo de la familia. Durante el periodo de educación básica, cuando el niño se desarrolla rápidamente y desarrolla sus rasgos de personalidad, el entorno familiar tiene un lugar muy importante en términos de educación. La familia es el lugar en el que nace una persona, donde adquiere sus primeras experiencias sociales y donde da los primeros pasos necesarios para años posteriores. En esta familia se sientan las bases de la personalidad de los niños o de las personas. Las experiencias de aprendizaje que proporciona la familia y los modelos que ofrece tienen un lugar importante en el desarrollo de conductas y valores sociales positivos en el niño.

En este sentido, la familia tiene un gran impacto en el niño y su vida. Esta interacción comienza en el útero. En esta etapa, el mundo emocional de la madre, quiera o no tener un hijo, y factores similares son extremadamente eficaces sobre el niño que está en su útero. En esta etapa, la infelicidad, la ira y el estado mental de la madre repercuten en el feto. Las emociones de la madre se transmiten al niño en su útero a través de las hormonas de su cuerpo. En este sentido, comienza a afectar al hijo de la madre mientras aún se encuentra en el útero. Esta interacción continúa aumentando después del nacimiento del niño. La interacción mutua entre padres e hijos es una característica clave del desarrollo infantil. La participación de los padres, la capacidad de autoayuda de los padres y los estilos de crianza de los hijos son factores que afectan las interacciones entre padres e hijos y contribuyen al desarrollo temprano, la transición a la escuela y la productividad futura del niño. Hay cónyuges que no pueden comunicarse ni interactuar bien. Estas insatisfacciones pueden derivar en diversas conductas patológicas y provocar algunos deterioros tanto en los cónyuges como en los hijos. Sin embargo, ya sea que la familia sea sana o no, También se debe tener en cuenta la influencia de los estímulos externos. Es un hecho que debe aceptarse que algunos acontecimientos que ocurren dentro o fuera de la familia, como la enfermedad, la muerte, el desempleo, provocan algunas perturbaciones en las funciones familiares, aunque sean temporales. Disminuir o añadir roles en el grupo familiar, cambios en los roles que son esenciales en la vida de las personas, o tener que cambiar a un rol que no es adecuado para ellas, pueden crear algunas áreas problemáticas y aumentar comportamientos poco saludables.

La salud mental de la madre es de gran importancia en la formación de una relación madre-hijo saludable. Como consecuencia de un matrimonio infeliz, la incapacidad de la madre para recibir suficiente atención de su marido, las dificultades económicas de la familia, la falta de voluntad del padre para acoger el nacimiento del hijo, son factores que aumentan la tensión de la madre y, por tanto, dañan la relación madre-hijo.

Relación padre-hijo. : 

Hay muchos factores que han cambiado el concepto de ser padre y han llevado a un mayor interés en el papel del padre. padre en la educación del niño. Estos; Entre estos factores se pueden enumerar los cambios en los campos político, social y económico que afectan los roles de hombres y mujeres, el aumento del número de madres trabajadoras y de mujeres que trabajan fuera de tiempo completo.

La paternidad comienza tan pronto ya que se entiende que la pareja está embarazada. Los hombres desarrollan su identidad paterna adquiriendola durante el período de tres años que comienza con el embarazo y continúa después del nacimiento. Es importante que el padre establezca un vínculo con su hijo de inmediato. Porque los primeros cinco años de vida del niño son los años más importantes de su vida.

Relación Madre - Hijo:

Antes del nacimiento del niño, toda la carga debe recaer en la madre, y después del nacimiento, la carga debe recaer en la madre. El papel de la madre en la crianza del niño es de gran importancia porque la madre tiene la responsabilidad como niño.

En el El primer año de vida, el deber psicosocial del bebé es aprender a confiar. El sentimiento de confianza que surge de la relación entre el bebé y su madre constituye la base de las relaciones interpersonales que una persona establecerá en el futuro. La capacidad de la madre para atender las necesidades del bebé de manera oportuna y adecuada, aliviar sus problemas y comprender el lenguaje no verbal es la comprensión y el desarrollo mutuos que se establecen entre la madre y el bebé. Constituye la base de la confianza.

La fase más importante de la relación de la madre con el niño es la relación que comienza justo antes del nacimiento y continúa en los meses posteriores al nacimiento. Aquí la madre necesita apoyo y ayuda de la sociedad, especialmente del marido. El contacto físico es de gran importancia en la relación madre-hijo. El olor corporal de la madre, la temperatura y la forma en que maneja al niño son muy importantes en esta comunicación. El no darse cuenta de esta estrecha relación, que debería darse especialmente entre los 0 y los 3 años, se muestra como la causa de algunos trastornos de conducta que pueden aparecer en el futuro. Nuevamente, durante este período, la "privación emocional" resultante de la ausencia de la madre puede provocar regresión y retraso tanto en el desarrollo mental, emocional como social...

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