Cada persona vive para la felicidad y los valores, pero no todos la perspectiva del mundo es la misma. Pensemos en tu visión del mundo como si fuera un par de gafas de sol. Si los lentes de tus gafas son azules, verás todo a tu alrededor como azul, si son amarillos, verás amarillo, y si son negros, verás todo a tu alrededor como negro. En otras palabras, las gafas que usas son en realidad tu perspectiva, los esquemas que forman tu personalidad. Los esquemas son en realidad estructuras intelectuales/emocionales que tu mente desarrolla para lograr lo que necesitas. Como ser amado, como ser aceptado. Y la perspectiva y los esquemas de cada persona son diferentes. En otras palabras, sólo porque mires el mundo con lentes amarillos y veas amarillo no significa que todos los demás verán amarillo.
Por lo tanto, no es correcto reaccionar ante los problemas de otras personas diciendo: "¿Qué?" ¿Qué te entristece esto?" Para dar un ejemplo sencillo, dos personas tendrán un ataque de pánico. Mientras uno de ellos no llega a ese nivel, el otro lleva en lo más profundo de su mente la creencia de que "podría experimentar un ataque de pánico". desastre médico en cualquier momento". La persona que lleva esta creencia a un nivel arraigado en su personalidad se vuelve muy sensible a las señales provenientes de su cuerpo y experimenta frecuentemente problemas de ansiedad. Para dar otro ejemplo, imaginemos que dos personas tomaron el mismo examen y ambos obtuvieron la misma baja nota, uno de ellos dijo: "Saqué muy mala nota, soy un fracasado, toda la negatividad me encuentra. Mientras tenga la Pensé que mi vida siempre será así, yo reprobaré, el otro saca mala nota." Lo entendí, pero eso no significa que siempre reprobaré. Me prepararé mejor para el próximo examen y obtendré una nota mucho mejor. Aquí podemos ver que ambas personas interpretan el fracaso desde perspectivas diferentes. Si bien los pensamientos negativos crean ansiedad en una persona, estas ansiedades en realidad nos dan señales sobre eventos y queremos escapar y extinguir estos pensamientos y situaciones que producen ansiedad. Nos tomamos muy en serio cada pensamiento, y si este pensamiento es negativo y crítico, actuamos como el pensamiento nos dice y aumentamos nuestra ansiedad. A veces es necesario no tocar ni interferir con los pensamientos. Es necesario observar los pensamientos con calma desde a distancia. De hecho, intervenir en estos pensamientos negativos es la forma de atrapar el pensamiento. No es más que quedarse estancado.
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