Como madre, sé muy bien que resulta molesto cuando nuestro hijo no tiene apetito o pierde el apetito. De hecho, vi familias que incluso podían causar terror en la mesa. Sin embargo, como experto, también puedo decir que no bajes las velas. Existe una solución para la pérdida de apetito. En primer lugar, lo que hay que hacer es entender si el problema es causado por el comportamiento alimentario del niño o si tiene un origen biológico. Por tanto, primero conviene consultar a un pediatra y averiguar la causa y origen de la pérdida de apetito. Lo segundo que debes hacer es consultar a un especialista en nutrición y dietética. Si todo es normal y el único motivo es la conducta y los hábitos alimentarios del niño, te puedo dar algunas sugerencias;
- En primer lugar, asegúrate de que los horarios de las comidas sean regulares. ¿No come? No insistas. Espera 2 horas y sírvelo nuevamente.
- Nunca intentes obligarlo a comer abriendo la boca con fuerza, desviando su atención de la comida (por ejemplo, mientras mira televisión o juega en la computadora) o caminando. alrededor detrás de él. Siéntate a la mesa con él. Ten tu plato frente a ti. Recuerde la necesidad de socializar mientras come. Déjalo comer con las manos. Dale el tenedor y la cuchara. Puede que se derrame, pero está bien. Si no quieres que el ambiente se ensucie, extiende una manta y toma precauciones.
- Para que el niño desarrolle unos hábitos alimentarios correctos debe ser consciente y consciente de lo que come . Por estas razones, no mezcle alimentos ni los dé en forma de suspensión. Los niños quieren ver la comida de una manera que puedan reconocer. Es posible que algunos alimentos les parezcan repugnantes según su apariencia y se nieguen a probarlos. Por tanto, sírvele los alimentos sin mezclarlos entre sí.
- Intenta fomentar los alimentos que no le gustan en lugar de insistir en ellos. Por ejemplo, digamos que no le gusta la coliflor. En primer lugar, nunca dejes de cocinar. Cuando pongas coliflor en la mesa, llévala a tu plato antes de ofrecérsela y utiliza expresiones que le hagan pensar que es muy agradable al consumirla; Como "hmmm, está delicioso, me encantó...".
- Intenta presentar un alimento que él dice que no le gusta de una forma diferente. Por ejemplo, si dice que no quiere comer carne, ofrézcasela de otra forma, como pastel de carne/carne picada o pasta de carne picada.
- Para abrir el apetito antes de la comida principal. No dejar ni dar alimentos azucarados o líquidos (galletas, zumos de frutas, etc.) a su alcance.
- Aunque alimentos como el zumo de frutas recién exprimido y la leche son saludables; Beber estos alimentos con frecuencia puede suprimir el apetito. Por este motivo, es más útil evitar las bebidas una hora antes de la comida y beber sólo después de la comida, no durante la comida. Recuerda eso; Un niño con una capacidad estomacal pequeña puede sentirse lleno con un vaso de leche.
- Los niños pueden disfrutar bebiendo diferentes bebidas del biberón, y este es un comportamiento que puede desarrollarse como imitación de los adultos. Obligarlo a beber en taza o vaso siempre reduce su ingesta de líquidos.
- Asegúrate de que los descansos entre comidas no sean demasiado cortos, de esta forma le das la oportunidad de tener hambre.
- Ajustar las porciones de comida según los deseos del niño. Por ejemplo, mira tu propia mano y mira la de él. Créame, su estómago es igualmente más pequeño que el suyo. Por lo tanto, no ignore la capacidad del estómago al ajustar las porciones.
- No insista en que el niño coma cuando esté extremadamente cansado, sin dormir, enfermo o infeliz (por ejemplo, debido a un fracaso escolar).
- Para el niño: Es muy importante garantizarle un sentimiento de confianza y seguridad. Evite culpar, humillar y regañar por un tema relacionado con la comida.
- Asegúrese de que su actitud sea paralela a la de su cónyuge. Por ejemplo, si uno de ustedes no le permitió beber nada antes de la comida, el otro debe tener una actitud de apoyo.
- Cuando haya un problema entre usted y su cónyuge, no lleve el discusión a la mesa familiar. Dado que su tensión afectará su estado de ánimo, también puede afectar su apetito. Puede hacer que evite la mesa o se culpe a sí mismo.
- La mesa del comedor no es el lugar para aplicar disciplina.
- No reaccione de forma exagerada ante los residuos de comida, migas, derramando o rompiendo cualquier cosa.
- No dejes de cocinar sólo porque no le gusta ningún alimento. Si esta comida es una comida que a usted y a su cónyuge les encanta, cuanto más lo vea su hijo consumiéndola, más tenderá a consumir esta comida o alimentos en edades posteriores.
La maternidad es experiencia agotadora, pero también agradable y maravillosa.
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