Bocio es una afección en la que la glándula tiroides se agranda por diversos motivos. La glándula tiroides es una glándula productora de hormonas con forma de mariposa ubicada en la parte frontal del cuello. Si funciona demasiado se llama hipertiroidismo (bocio tóxico), si funciona menos se llama hipotiroidismo.
En el hipertiroidismo; Se producen síntomas como hiperactividad, palpitaciones, pérdida de peso a pesar del apetito excesivo, irritabilidad y sudoración. En un paciente con hipotiroidismo; Se producen síntomas como ralentización de los movimientos, aumento de peso, retención de agua en el cuerpo, piel seca y estreñimiento.
Además de las disfunciones de la glándula tiroides, también nos encontramos con crecimientos que definimos como nódulos. Los problemas que realmente preocupan a la cirugía son los nódulos. La herramienta de diagnóstico más importante para los nódulos tiroideos, además del examen médico, es la ecografía. El uso de la USG en enfermedades de la tiroides ha aumentado la tasa de detección de nódulos. Los nódulos que no funcionan se denominan nódulos fríos (hipoactivos). Su riesgo de desarrollar cáncer aumenta. El cáncer se encuentra en una tasa del 5 al 15%. El cáncer se puede diagnosticar con PAAF (extracción de un trozo con una aguja fina).
Hoy en día, la cirugía de tiroides se realiza con gran éxito. Excepto en un pequeño número de cánceres de tiroides, se obtienen resultados muy exitosos. Con una buena cirugía y un tratamiento adicional posterior, los pacientes continúan su vida sin problemas. Al utilizar dispositivos de asistencia en las operaciones (como monitorización nerviosa, dispositivos de cierre vascular), las cirugías se realizan en menos tiempo y con mayor éxito.
Un punto importante a conocer en las enfermedades de la glándula tiroides es; Este éxito se puede lograr con una aplicación de equipo y este equipo debe incluir un endocrinólogo, un especialista en medicina nuclear, un patólogo y un radiólogo además del cirujano.
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