La infección por rotavirus es una infección intestinal con síntomas de diarrea intensa, vómitos, fiebre y deshidratación. Se cree que casi todos los niños padecen esta enfermedad antes de los 5 años. La enfermedad se observa principalmente en invierno y primavera. El virus, que es el agente causante de la enfermedad, puede transmitirse muy fácilmente de una persona enferma a una persona sana por contacto. El virus se excreta en las heces del individuo enfermo entre unos días antes de los síntomas y unos días después de la recuperación.
Provoca una enfermedad más grave en niños de entre 3 meses y 24 meses. En bebés menores de 3 meses, los anticuerpos transmitidos por la madre a través de la placenta o la leche materna pueden proteger al bebé.
Enfermedad; Provoca fiebre leve o moderada y síntomas de vómitos, generalmente unos días después de que el microbio ingresa al cuerpo. Esto suele durar unos 2 días. En los días siguientes continúa con diarrea importante, y en la mayoría de los pacientes este cuadro puede durar hasta 5-7 días.
Además de los síntomas clínicos, se puede obtener ayuda de las pruebas de laboratorio, que pueden realizarse ampliamente en nuestro país, para detectar el agente causal en las heces.
Aunque no existe un tratamiento específico, el elemento más importante del tratamiento es la prevención de la deshidratación que pueda desarrollarse en el niño y su tratamiento si se desarrolla. No hay absolutamente ningún beneficio al usar antibióticos. Los productos que contienen probióticos pueden resultar parcialmente beneficiosos en casos leves y moderados. En caso de pérdida de líquidos, el paciente debe recibir soporte con líquidos adecuados, tanto por vía oral como por vía intravenosa.
Aunque la enfermedad puede reaparecer, especialmente en los primeros 5 años de vida, las infecciones posteriores tienen un curso más leve que la primero.
>El elemento más importante en la protección contra la enfermedad es prestar atención a las normas de higiene. También existe una vacuna que se administra durante la infancia. La vacuna se administra al bebé por vía oral en un total de 2 o 3 dosis, comenzando cuando el bebé tenga como mínimo 6 semanas y como máximo 15 semanas.
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